Es aquí cuando digo que tener sexo es una arma muy fuerte, porque, la rudeza que siempre me ha mostrado, ha mostrado un nuevo matiz al punto que no soy capaz de verlo como algo malo, si no, como algo doloroso que me da mucho placer.Uno que ya no me hace quejarme del dolor o implorar los inhibidores, porque él me está ayudando a lidiar con la excitación que otros me causaron y la sensación, está empezando a ser tan increíble, que gimo constantemente mientras mi cuerpo rebota por el choque de nuestros cuerpos.Reymond, me aleja de la pared, y me hace saltar, mientras gruñe, muerde mi piel y me abraza de tal forma que me deja saltar para invadirme sola sin que me caiga. Sin duda, él sabe cómo hacerlo y lo agradezco, porque sin ser gentil, me siento increíble.— Creo que voy a morir. — susurro.— No lo harás, solo tú puedes soportarme, Elise. Aunque otros dig
Leer más