GIANNA RICCIChristian me había cedido su cama, como el hombre caballeroso que era. Estaba tan emocionada por mi primera noche en su departamento que no pude dormir, así que me paseé por su cuarto, viendo sus cosas, revisando sus cuadernos, tenía una letra muy linda para ser hombre. Llegué hasta su clóset y acaricié cada prenda, haciendo que su aroma llegara a mi nariz.Jamás me había sentido de esa manera, era como una niña enamorada. Tomé su chamarra y la abracé, inundando el ambiente con su loción. Solo de esa manera concilié el sueño. De alguna manera imaginando que a quien abrazaba era a él y no solo a su chamarra.۞Cuando desperté, entré en pánico, si Christian entraba y me veía abrazando su ropa pensaría que era una acosadora. De un brinco salí de la cama y dejé la chamarra de donde la tomé. Me puse el hermoso vestido que me había comprado y salí de la habitación. Esperaba verlo acostado en el sofá, pero, por el contrario, se encontraba en la cocina.—Buenos días —saludó todav
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