—¡Claro que no! —exclamó el abuelo y acunó el rostro de su nieta—. Tu padre no era malo, Arturo estaba molesto, èl se ha equivocado, hija, pero no olvides el motivo, fue engañado, fue una trampa y…—¡No lo defiendas, abuelo! Arturo es un imbécil que no merece ni perdón, ni olvido, además; Mia y yo nos vamos a casar.Todos se quedaron congelados de nuevo, esas palabras cayeron sobre sus cuerpos como cubetas de agua helada.—¡¿Qué?! —exclamó Jorge, siendo el primero en hablar.—Tal como lo oyes, padre, yo he sido traicionado y Mia decepcionada, ambos pronto, seremos libres y tenemos derecho a rehacer mi vida. Sé que Mia es la mujer perfecta para mí, nunca me traicionará, y me dará paz y felicidad, pienso que puedo darle lo mismo.—¿Mia?—Estoy de acuerdo, tía, quiero ser feliz con la persona correcta, y esta vez, elegiré a Luca, porque es bueno para mí.Mariza parecía horrorizada, ni que hablar de Jorge.***Al día siguiente.Luca y Mia fueron a la empresa, había un CEO interino, y cuand
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