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Todos los capítulos de Los Hijos del Griego: Capítulo 161 - Capítulo 170
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Anhelos del Corazón
Después de un fatídico accidente, sus sueños frustrados y el engaño de su pareja, Diane se sentía decepcionada del amor y de la vida en general. Ahogando sus penas en un bar de Madrid se encontró con un desconocido con pinta de acosador y ojos hipnotizantes que la hizo olvidar sus penas a cambio de un huracán de pasión. Después del fiazgo de vida que tenía Tyler West en Londres decidió comenzar de nuevo en España con su carrera de Chef y desde que conoció a Diane se sintió dispuesto a reparar su corazón roto. Un bar, mucho alcohol y una noche de pasión fueron suficientes para cambiar su destino y obtener aquello que tanto anhelaban los dos... aunque el sueño llega en el momento y de la persona más inesperada. ***Hola mis amores. ¿Cómo están? ¿Creían que el viaje había terminado? Pues ahora comenzamos con la historia de Tyler West, el hermano de Thalia y Athos. Hay muchas sorpresas preparadas que no se pueden perder.***
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1.El desconocido del bar
Capítulo uno: El desconocido del bar.Diane bebía sin parar mientras miraba hacia la nada perdida en sus propios pensamientos. Saboreaba un trago tras otro en tanto recordaba su mísera existencia.Hacía ya siete meses desde que su padre había caído en un estado de coma tras un aparatoso accidente. Fernando de la Concepción, el famoso presidente de la Cadena de Hoteles de la Concepción, había decidido tomarse unas vacaciones junto a su esposa en una isla paradisíaca, sin embargo, la pareja no llegó al aeropuerto, puesto que el coche se estrelló contra un camión de carga a mitad de camino.El matrimonio de la Concepción tuvo la mala suerte de toparse con aquel conductor ebrio. El sujeto fue condenado a prisión, pero el daño ya estaba hecho. Fernando quedó inconsciente sin un pronóstico preciso de si despertaría o no, mientras su mujer por fortuna no había sufrido daños físicos severos, aunque quedaron las secuelas emocionales. Ana Lucía de la Concepción se sumió en un estado de depresió
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2.Tu casa o la mía
Capítulo dos. Tu casa o la mía.El extraño no le dio tiempo a replicar, puesto que de inmediato tomó su mano y la arrastró hacia la pequeña pista de baile.¡Y cómo bailaron!Por horas movieron sus cuerpos al compás de la música, se sedujeron el uno al otro, se tentaron, se excitaron y final, se besaron. El encuentro de sus bocas había sido inevitable. Ambos se sentían atraídos hacia el otro por una corriente inexplicable desde que sus ojos conectaron.—¿Tu casa o la mía? — preguntó ella con suspicacia. No le gustaba irse con rodeos y aquella noche deseaba ser más impulsiva de lo habitual.—Mi departamento queda cerca.Diane no esperó por él, simplemente emprendió al camino hacia la salida. Tyler se detuvo unos minutos a contemplar con detenimiento su sensual movimiento de caderas al andar.Aquella mujer despampanante de pocas palabras era el mejor espectáculo que había visto en toda su puñetera vida sin dudas y lo quería para sí mismo.Le siguió el paso mientras sonreía de manera abie
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3.Nos volvemos a encontrar
Capítulo 3. Nos volvemos a encontrar.Diane contemplaba a sus padres desde el pequeño sofá dispuesto en la habitación de aquel hospital, el cual ya podía considerar como su segunda casa.La madre acariciaba el rostro de su esposo con una ternura increíble. Ana Lucía y Fernando de la Concepción habían tenido que atravesar difíciles obstáculos a muy temprana edad para estar juntos. No obstante, con cada prueba superada el amor se había vuelto más fuerte entre ellos.Diane jamás había visto una pareja tan sólida, amorosa y compenetrada. Por esa razón siempre había anhelado experimentar aquella clase de amor en primera persona y por supuesto, tener su propia familia; pero nada había salido según sus planes.Mientras poseía una habilidad extraordinaria para los negocios desde la infancia cuando era capaz de extorsionar al ser más inflexible a cambio de una golosina, en cuestiones del amor resultaba ser fiasco.Más de cinco relaciones fallidas en los últimos diez años, siendo la más recient
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4.El deseo sigue latente
Capítulo cuatro. El deseo sigue latente.El pervertido del bar con aspecto de Titán apareció frente a ella como una especie de espejismo e incluso llegó a dudar por unos segundos si era real o no.Podría reconocer aquellas esferas esmeraldas con matices brillantes en cualquier sitio. De hecho, soñaba con ellos a menudo. Él también la reconoció y por varios minutos, ambos quedaron atrapados en la mirada del otro, encerrados en su propio mundo.El desconocido llevaba un traje a la medida que marcaba cada uno de sus trabajados músculos. Diane recordó haberlos tocado, acariciado, lamido y casi al instante percibió el ahora tan familiar rubor en sus mejillas.—Mi querida Diane —intervino su buen amigo Hector, quien además era la mano derecha de los de la Concepción en la empresa —, permíteme presentarte al creador de tales manjares adictivos —se vio arrastrada hasta el último hombre con quien había compartido más que gemidos —. Tyler West, el chef con una Estrella Michelín más famoso de Es
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5.El cabronazo infiel
Capítulo cinco. El cabronazo infiel. Diane se detuvo a observar a su ex novio con detenimiento; Ernesto llevaba el cabello un poco despeinado, la camisa desabotonada, la pajarita había desaparecido y sus ojos oscuros brillaban de una forma peculiar. Podía asegurar con certeza que se había pasado de copas. —Eso no es asunto tuyo —utilizó su habitual tono cortante e intentó continuar su camino, pero el sujeto volvió a cortarle el paso. —Claro que lo es —objetó él —. Nadie mira a mi mujer de la manera en que ese tipejo lo hizo y mucho menos delante de mis propias narices. —No soy tu mujer —protestó ella —y quítate del medio. —No me iré hasta que hablemos. Eres mía, Diana, solo mía, ¿lo entiendes? —¡Deja de llamarme Diana! — exclamó la muchacha furiosa. Ernesto había perdido el derecho de llamarla de esa forma el día que la había traicionado —. Lo único que entiendo es que el alcohol te está haciendo delirar —le empujó con todas sus fuerzas al sentirse atrapada —. ¡Suéltame! El enf
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6.Está despierto
Capítulo seis. Está despierto El viaje en coche estuvo cargado de una ansiedad mezclada con miedo y tensión pese a que no fue silencioso, puesto que Tyler intentaba por todos los medios distraerla con preguntas.Para él había sido una forma de matar dos pájaros de un tiro: consiguió su cometido de calmar la desesperación y a su vez, obtuvo información adicional sobre ella.Se sorprendió al saber sobre el estado de gestación de la madre de Diane en primera instancia. Luego se metió de lleno en la historia acerca del tórrido romance entre Ana Lucía Velázquez y Fernando de la Concepción.El británico la contemplaba hablar fascinado a ratos, anhelando dejar de conducir para poder prestarle toda su atención. Era incluso más hermosa de lo que la recordaba.La muchacha hablaba de una forma tan soñadora respecto a sus padres que le removió las entrañas de una manera extraña e incómoda. Debía admitir que la historia parecía sacada de una novela romántica famosa que pasaban por la tele.Por va
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7.¿Cree en el destino?
Capítulo siete. ¿Cree en el destino?Diane se llevó la palma de su mano derecha al pecho y de pronto el piso tembló bajo sus pies. Supo distinguir el instante exacto en que le fallaron las piernas. De no ser por Tyler, quien había permanecido en segundo plano contemplando la conmovedora escena hasta ese momento, hubiese caído desplomada en el suelo.'Está despierto.'¡Malditą fuera que su padre estaba despierto!—Yo... necesito… —a la muchacha se le entrecortó la respiración debido al repentino mareo —, necesito sentarme.Tyler la dejó con su madre para ir corriendo por un vaso de agua.—Toma —el hombre le extendió la bebida. Se había movido a la velocidad de la luz un poco asustado—. ¿Te sientes mejor?Diane le dio un leve asentimiento con gesto agradecido. La horrible sensación había pasado por el momento.—¿Cómo está? —se obligó a preguntar.—Los médicos se encuentran examinándole —respondió Ana Lucía —. Apenas estuve con él unos minutos…, pero me habló, hija. ¡Me habló!El
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8.No he dejado de pensar en ti
Capitulo ocho. No he dejado de pensar en tiTodos observaban a la mujer embarazadas expectantes, quien a su vez parecía alucinar en medio de un estallido de fuegos artificiales.—¡Eres Tyler West! —por fin, regresando a sus cinco sentidos y completamente relajada, Ana Lucía le reconoció —. El conductor del programa de television "Sabor a la tierra". Veo todos tus programas y tengo suscripción pagada a tu escuela en línea por cinco años. He tratado replicar varias de las recetas.En ese preciso instante, fue Diane la alucinada. Así que Tyler era presentador de un programa de televisión...Diane recordó la mañana en la que ella y el desconocido se despidieron. Él le había preguntado si en realidad ella no sabía quién era y la pregunta rondó en su cabeza en varias ocasiones durante aquellas semanas. Nunca imaginó que aquella fuera la razón. No le conocía, pero su madre le había hablado sobre el famoso chef y aquel programa de televisión.—Mi madre pasa mucho tiempo en la cocina — se vio
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9.Brilla para mí
Capítulo nueve. Brilla para mí El viaje en auto fue divertido, muy diferente al que habían compartido horas antes. Diane descubrió que Tyler llevaba apenas unos pocos años trabajando bajo el calor de los fogones. Tyler había descubierto su verdadera vocación un poco tarde en su vida, pero con su experiencia en la administración de empresas y las finanzas y la ayuda de su familia pudo comenzar su negocio con rapidez. Llevaba ya diez años dirigiendo su propio restaurante y desde hace cuatro años era conocido como el protagonista de un programa de televisión española. También supo que su apellido sonaba raro porque era británico, que tenía casi la misma edad de su madre y que hacía apenas cuatro meses, había recibido su segunda Estrella Michelín. Estaba frente a un ídolo de la Alta Cocina Europea.—Siento curiosidad — Tyler se detuvo en el estacionamiento privado del edificio.—Apuesto a que lo haces.Él curvó los labios hacia arriba. La mujer de frases cortantes que había conocido en e
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