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Todos los capítulos de El corazón del millonario: Capítulo 41 - Capítulo 45
45 chapters
Capítulo 40
Regresamos a casa, yo me sentía en una nube, nunca me había sentido bonita, deseada, con aspiraciones en la vida, más allá de conseguir algo de comer a mis hermanos, y de repente me sentía una mujer importante, que tenía que hacer planes para el futuro: elegir una carrera, aceptar retos.Romeo besó mi mano cuando bajamos del avión, la tomó entre la suya y así bajamos, un auto negro y elegante nos esperaba.—Bienvenido de vuelta, señor, Caroline —dijo uno de los choferes, los saludamos y nos subimos al auto, respiré aliviada, aun cuando sabía que ese alivio me duraría poco, si íbamos a regresar a su casa, las cosas cambiarían por completo.Al llegar a casa, Ana y los niños nos recibieron fuera de la casa, mis ojos se humedecieron al ver a Alan y a Lucy, corrieron hacia mí, Ximena corrió hacia su padre, luego intercambiaron.—¿Qué nos trajiste? —preguntó Lucy.—¡Lucy! —la regañó Alan, todos nos echamos a reír.—Buenas noticias —dije, a la vez que sentí un frío en el estómago porque no s
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Capítulo 41
No era así de feliz de que ella estaba. Ver a toda la familia reunida preparándose para regresar a casa me tenía emocionado. Preparar una mudanza junto a Caroline me hacia sentir como aquellos tiempos en los que fui feliz con mi esposa . Puede ver con alegria a Ximena, y pensar en el futuro. Pensar que era posible una vida llena de posibilidades y cosas. Desde que enviude, era algo que no me pasaba y todos lo debía agradecer a Caroline. Era joven, pero por la vida que tuvo y por tener que criar a sus hermanos también era madura. Entonces podía verla organizar junto con Ana, la mudanza con tanta soltura y confianza. En ese sentido orgulloso los niños estaban emocionados. Los tres brincaban abrazados y reían, Brincando alrededor de la casa como tres hermanitos. Alan siempre con su cara muy seria como si fuera mayor las reprendía cuando empezaban a hacer planes descabellado cómo comprar un caballo y pasear por la casa. Recibí una llamada de Masón. —Está todo listo para el regr
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Capítulo 42
Me encontraba en la cocina, removiendo una taza de té con movimientos lentos y pensativos. La luz del sol se filtraba a través de las cortinas, creando un ambiente cálido y acogedor, pero mi mente estaba lejos de sentirse así. Ana, la sirvienta, entró en la cocina con una sonrisa amable, notando de inmediato mi expresión preocupada.— ¿Todo bien, Caroline? Parece que tiene algo en mente.Suspire. —Oh, Ana, no sé ni por dónde empezar. No quiero acusar a nadie, pero es la hermana de Romeo, no le caigo bien, no le caí bien. Ana dejó lo que estaba haciendo y se acercó a mí, sentándose a mi lado con una mirada comprensiva.—¿Qué ha hecho esta vez?—¿Ella es así? —Lo malo que imagines, es peor, creí que no estaba en el país. —Me ha estado tratando tan mal últimamente. Cada vez que Romeo no está cerca, se asegura de hacerme sentir como si no perteneciera aquí. Ayer , por ejemplo, me dijo que nunca seré lo suficientemente buena para su hermano y que debería irme antes de que cause más pro
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Capítulo 43
Me senté frente a Masón, mi abogado y amigo de confianza, en su oficina. La luz del sol se filtraba a través de las persianas, creando un ambiente cálido pero tenso. Sabía que la conversación que estábamos a punto de tener no sería fácil. Masón me miró con una mezcla de preocupación y seriedad, y supe que estaba a punto de darme un consejo que no quería escuchar.—Romeo, tenemos que hablar sobre Viridiana —comenzó Masón, su voz firme pero comprensiva—. Sé que la relación con tu hermana adoptiva siempre ha sido complicada, pero las cosas están escalando.Suspiré, sintiendo el peso de sus palabras. Viridiana y yo nunca habíamos sido cercanos. Desde que éramos niños, siempre había una tensión subyacente entre nosotros. Ella era la hija biológica de mis padres adoptivos, y aunque nunca me trataron diferente, Viridiana siempre me hizo sentir como un intruso.—Lo sé, Masón —respondí, tratando de mantener la calma—. Pero no puedo seguir evitando el conflicto. Necesito enfrentarla y resolver
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Capítulo 44
Caroline miró por la ventana del coche mientras se acercaban a la majestuosa mansión de Romeo. Sus dos hermanitos, Alan y Lucy, estaban en el asiento trasero, emocionados y llenos de curiosidad. La mansión se alzaba imponente, rodeada de jardines perfectamente cuidados y una fuente que brillaba bajo el sol de la tarde.—¡Mira, Lucy! ¡Es enorme! —exclamó Alan, con los ojos abiertos de par en par.Lucy, que apenas tenía seis años, asintió con entusiasmo.—¿Vamos a vivir aquí, Caroline?Caroline sonrió y asintió.—Sí, pequeños. Esta será nuestra nueva casa.El coche se detuvo frente a la entrada principal, y un mayordomo uniformado se acercó para abrir la puerta.—Bienvenidos, señorita Caroline, jóvenes Alan y Lucy. Soy James, el mayordomo. Permítanme ayudarles con su equipaje.Caroline salió del coche y ayudó a sus hermanitos a bajar.—Gracias, James. Es un placer conocerte.Mientras James y otros empleados llevaban las maletas adentro, Romeo apareció en la puerta, acompañado de su hija
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