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Todos los capítulos de Vuelves a ser tú: Capítulo 81 - Capítulo 90
90 chapters
Capítulo 81 - Mi hermosa prejuiciosa
Llegué al apartamento después de estar efectuando él sin número de diligencias para dejar todo listo y como Fernanda lo quería. En la mañana llevé a los niños, luego de regresarlos a la casa, no vi a Blanca, pero aproveché para sacar y buscar los documentos para poder casarme. Me dijo que gracias a que Carlos era el representante legal de ella tenía todos los que necesitaba.La boda será por la iglesia y quería que nos pudiera casar el padre Castro, aunque con su agenda podría ser algo complicado, tendría que viajar a donde nos casaremos, que no tenía idea aún donde sería. Los papeles que pedía la iglesia se los daría mis suegros y como me iba a casar hace unos años ya tenía los míos. Tenía que llevárselos a las dos de la tarde a su casa. Al llegar a su casa vi a todos mis amigos y mis suegros, a cada uno le dio una tarea específica.Frente a todos supe que mi boda sería llevada a cabo en Marinilla, cerca de ese pueblo antioqueño, Carlos tenía una cabaña donde debía pasar con mi Brisa
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Capítulo 82 - Aceptación
Escuchar esa proposición y verlo mirándome, esperanzado ante mi respuesta que en el fondo era lo que deseaba para sentirlo solo mío y que nadie me lo quitara, porque jamás permitiré alejarnos. Sin duda soy una prejuiciosa y solo lo había sido con él.—¿No vas a darme una respuesta, Brisa?—Sí.—Sí ¿qué?Mis lágrimas surgieron que en todo el día no he podido detenerlas por el sentimiento de la carta de Deacon.—Si debemos hablar, si te daré una respuesta y si quiero casarme contigo. —Me lancé a sus brazos, sin dejar de llorar, estaba demasiado nostálgica—. Me fuiste a buscar a Grecia, si fui importante para ti.—Blanca… —Fue un susurro mi nombre, sus brazos se aferraron a mi cintura—. Perdóname por no haber luchado por ti en ese entonces. Pero aún tenía tantos demonios en mi cabeza.—Vine a invitarte a bailar, tomarnos un par de tragos y pasar la noche en un hotel, ya que mis padres se llevaron a mis hijos el fin de semana, ellos ni cortos ni perezosos me abandonaron.—Acepto tu invita
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Capítulo 83 - Luna de miel anticipada
Seguíamos en el hotel. Anoche fue increíble, y me siento un joven iniciando en el sexo. Porque no nos podíamos quedarnos con las manos quietas, y pienso que ella se encuentra igual, porque quien despierte primero era para iniciar una caricia y de ahí se revivía la pasión. Eran las siete de la mañana y la veía dormir, a las tres ella comenzó y termínanos demasiados cansados.Ahora no había un solo lugar de su cuerpo donde no haya estado y en una semana será mi esposa. —Me parece un sueño y temo a tanta felicidad, solo espero que ya haya pagado todas las cuotas de mis pecados Dios—. Deseo tanto tener lo que siempre he añorado, una familia. Brindarle a Guillermo una estabilidad.Le acaricié la espalda sin detenerme hasta llegar a su trasero que en la madrugada fue mío. Quien iba a pensar que siento tan tímida en la cama se entregaba por completo. —le di un beso en la espalda.—Despierta amor, debemos arrogarnos, llamar a los niños, e iniciar un viaje a tierras antioqueñas. —le di una pal
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Capítulo 84 - Llegamos al altar
No había manera de enojarme, y menos con mis amigas, siempre he estado dispuesta a ayudar, ahora ellas me ayudaron a mí, y el saber que se unieron para eso, me confirmaban que aceptaban y apoyaban mi unión. —¿Solo como cocino? —algo se le estaba endureciendo.—Sabes que no, eres mi batidora personal. —solté la carcajada.—Dile a tu amigo íntimo que no se alegre, porque mañana es nuestra boda y hoy debemos estar castos.—¿Qué?—Lo que escuchaste. —Sus manos apretaron mi trasero y presionó fuerte.—¿Última palabra?—Yo tengo palabra, señor Guzmán.—Y yo suelo ser muy insistente, futura señora Guzmán.Gané al pasar la noche sin sexo, pero el tramposo de David muy a las cinco de la mañana me regaló un delicioso despertar con su lengua que solo pude ver las estrellas y después de eso él pudo hacer conmigo su santa voluntad. Sabe lo que tiene y como lo mueve. Al bañarnos juntos determinamos que quedamos empatados.Llegamos a la finca a las ocho de la mañana y no me permitieron ver lo que
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Capítulo 85 - La celebración de mi boda
La parranda vallenata en la que se convirtió mi boda fue monumental. No me la imaginé que fuera a ser tan buena. Hubo orquesta, mariachis, Alejo cantó varias tantas. La comida fue exquisita, no solo los platos principales, los pasabocas, la gente pasó comiendo, bailando, cantando, tomando y riendo. —Eso me gustó demasiado. La felicidad en todos mis amigos y me alegraba que se sintieran felices por mí. Porque yo me encontraba en el mejor día de mi vida, después de tanto esperarla ahora era mi hermosa esposa. Ya eran las cinco de la mañana; habíamos bailado hasta terminar cansados, era como una de las muchas parrandas en nuestra época universitaria. Los niños hacía mucho, se habían ido a dormir, al igual que el padre Castro, quien nos acompañó hasta las doce. Hubo almuerzo a la carta con personal del restaurante de José Eduardo de la sede de Medellín, luego un bufete para la cena, después de la medianoche las mamás de nuestras mujeres se pusieron a hacer un sancocho para mantenernos e
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Capítulo 86 - Una semana en familia
Llegamos a casa una semana después de nuestra maravillosa boda. Pasamos la semana con los niños, David me dijo después del día de nuestro matrimonio que habíamos adelantado la luna de miel y él tenía razón, esa semana en la cabaña fue intimidad todo el tiempo. Y esta semana que pasó era para interactuar con los niños. Miraba la casa, los niños estaban dormidos en el asiento de atrás.Ahora era iniciar una vida juntos, acoplarnos como pareja y mirar la convivencia con los niños. Espero seamos lo suficientemente maduros para este camino difícil, más no imposible. Es cierto que en modo la luna de miel, todo era eso, mieles. El paseo con los niños solo era el inicio de manera divertido de interactuar. Pero la convivencia era un trabajo de todos. De los cinco integrantes que formaremos una familia: él, mis hijos, su sobrino y yo.Por eso anoche en el hotel de la carretera donde nos quedamos, tomamos la iniciativa de hablar, de poner en contexto lo incómodo, complicado que podría llegar a s
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Capítulo 87 - Vida marital
Una increíble sensación me despertó, pero no era por completo consciente de lo que pasaba hasta que un fuego abrasante se introdujo mi falo hasta casi él pegue. Me fue imposible contener el gemido emergente de mi boca al ser consciente lo que mi esposa me estaba haciendo, despertar con una rica mamada era sin duda estar en la gloria y yo ni corto ni perezoso me dejé hacer, la lengua de Blanca saboreé el endurecido amigo íntimo el cual se encontraba más feliz por el arduo trabajo que íntimamente hemos tenido desde hace dos meses que le hice el amor a Blanca por primera vez.—Brisa, estoy a punto de correrme.Y en vez de alejarse, intensificó los movimientos succionadores y no me soltó hasta obtener su objetivo en su boca. Cada día me sorprendía más mi mujer, era una madre abnegada con sus hijos, una increíble esposa al cuidado de mis cosas y atenciones, pero en la noche, cada vez que cerramos la puerta de nuestra habitación, era una libertina deliciosa la cual satisfacía todos y cada u
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Capítulo 88 - Solo se necesitaba uno
Esas palabras solo confirmaron mis sospechas y de las que no quería decirle a David, pero desde hace un par de semanas lo suponía al no recibir mi visita mensual, por eso le insistí en volver a hacerse los exámenes. Pero debo de tener más de un mes, aunque luego de los resultados he de aceptar que lo puse que debía de ser un retraso de mi parte por temas hormonales.Sin embargo, en mu vientre, tenía un bello bebé de David creciendo dentro de mí, una extensión de él y la mezcla de los dos creando vida. Al mirar a mi esposo estaba pálido, ido. Le acaricié la mejilla.—¿Amor?—Solo…—Te dije que tenías solo un 1% de embarazar a tu esposa, y solo se necesita un espermatozoide para fecundar un óvulo. —El labio le tembló, se contenía para no llorar.—La recompensa de Dios.Yo que lo digo y él cae de rodillas ante mi vientre, se aferró para ocultar sus lágrimas, las cuales empezaron a salir de sus bellos ojos negros. En ese momento se quebró, ese ímpetu de hombre poderoso y fuerte se había d
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Capítulo 89 - La bendición de ser padre
Nos dieron de alta al día siguiente, la familia y amigos esperaban en la casa. —Mi suegra hizo una deliciosa comida como bienvenida a su nuevo nieto—. Saludaron a Blanca, la acompañé hasta la cama, Maju nos ayudó con el niño y lo dejó en su cuna. Luego nos dejó un momento para que estuviéramos en familia. Nuestro hijo dormía en su cuna a un lado, Guillermo, Adara y Egan, ni ellos dejaban de mirarlo, como si nos hipnotizara con solo su presencia. —Es lindo y pequeño el primo.—También es tu hermano. —Blanca lo miró—. Yo quiero que me veas como tu madre Guillermo, deja esa barrera a un lado, no eres el sobrino, eres el hijo mayor de David.—Tú eres mi hermano mayor y ya llegó el mandadero. —Egan señaló a Salvador. No pudimos sonreír.—Guille, tú sabes cuánto te amo, muchacho. —contuvo el sentimiento y solo afirmó—. Brisa, bajaré, tenemos visita y ni demora en iniciar el desfile para cargar al niño.Apenas bajé con los niños, las mujeres se despidieron de sus esposos y subieron para ir
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Capítulo 90 - Epílogo
Siete años después.Habían sido increíbles unos años maravillosos, los que habían pasado. Tantas cosas que nos habían ocurrido y seguíamos al pie del cañón como familia. Él cumplió su palabra de protegernos y creo que cada padre responsable y con los pantalones bien puestos como protector de la familia lo haría. Tanto él como mis amigos supieron darle frente a lo que se nos vino encima.Pero teníamos a un experto en inteligencia, a un investigador empírico, a un gran abogado y a un peleador de batallas tan grandes como Alejandro. David salió del baño, hoy nos reuniríamos en la Piquería, para terminar de organizar el evento de los quince años de la hija de Maju.—Brisa, no le hemos comprado el regalo de los quince a Maco y estamos a una semana de ese evento.—Lo sé, pero con todo lo que hemos estado ocupadas con el quinceañero. Los Abdala se encuentran frenéticos con esa celebración.—Así como lo estuvimos nosotros hace varios años con el de Adara y hace poco los Maldonado con el de Gab
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