—Me molesta tu ingenuidad, Violet, no quiero controlar tu vida, pero deberías de tener claro que se valdrán de cualquier situación para atacarnos, actúas sin pensar, pones tu vida en manos del público, harán de esta un infierno, el que estemos juntos, aunque no sea relevante, es algo a lo que le darán hasta conseguir separarnos, sabes que tenemos enemigos, las cosas no serán fáciles.—Sí, ya lo estoy viendo, sobre todo cuando eres tan celoso Ignacio.—No, no estoy celoso, solo estoy molesto, cabreado. Se suponía que eran amigos, pero parece que te ve como más que una simple amiga, y lo sabías. Aun así, te fuiste a ver con él, sin seguridad, sin tu amiga. Sola, como una mujer libre que quiere dar esperanzas al individuo.Violet sonrió y se acercó, rodeó su cuello con sus brazos.—Si no estás celoso, ¿por qué no me das un beso? ¿Por qué no aprovechamos que estamos aquí solos?Empezó a besarlo y este ya no opuso resistencia, le devolvió el beso, la sujetó por la cintura y girando la subi
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