Ava deslizó la prenda de seda sobre la esbelta figura de una de las modelos, la tela se pegó a ella como una segunda piel y sus tonos vibrantes encendieron el fuego creativo dentro de ella. Lily, siempre el rayo de sol en forma humana, giraba a su lado en una ráfaga de gasa, la risa burbujeaba en sus labios a pesar del nerviosismo de su corazón.Colocaban zarcillos para como guía para colocar las puntadas correctas. —Está bien, señoritas, veamos cómo se mueven estas bellezas en la pasarela. —dirigió Ava, su voz era una orden suave que llenó la habitación con fácil autoridad. Se volvió hacia su asistente, que tenía un portapapeles en el hueco de su brazo. —Prueba con Cleo, ¿quieres?—Claro, Ava. —respondió su asistente, levantando el pulgar antes de salir corriendo a hacia la altiva supermodelo, que se encontraba con el teléfono en su oído. Cleo se movió tranquilamente, cada centímetro, con la visión de perfección que se sabía que era, Lily trataba de tallar la prenda, pero ella simp
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