Estuve tensa, sin poder decir ni una palabra y con la respiración entre cortada, hasta que unas manos familiares me sostuvieron desde atrás. Me sobresalté, pero escuché una voz reconfortante cerca de mi oído.—¿Qué haces aquí? Si no te vas, llamaré a la policía —habló Zoe, determinada, sosteniendo su celular.En ese punto me di cuenta que el Richard que estaba viendo era real, no había experimentado ninguna alucinación respecto a él.—Será mejor que te vayas. Si le llegas a hacer algo te irá muy mal con Jax —avisó Jayce, junto a Zoe.—¿No ven que soy un pobre vagabundo desamparado? ¿No tienen alguna moneda para mí? —inquirió el rubio, haciéndose la víctima.Pero lo que decía era una total mentira, era notorio que el hombre no tenía indicios de estar en las calles mendigando porque su suéter estaba más limpio que la cerámica del lugar. Yo no podía hablar, mis cuerdas vocales se desactivaron en cuanto lo vi.—Mira, Richard, no sé cómo está tu situación económica ahorita, pero lo mejor s
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