Los siguientes días, Emma los pasó encerrada en aquella habitación bajo la continua supervisión de Asher y, cuando el deber lo obligaba a dejarla, Endora siempre aprovechaba para visitarla. Había pasado más tiempo dormida para recuperarse que consciente, pero siempre que abría los ojos, encontraba a Asher a su lado. Ni una sola vez estaba sola, él siempre estaba allí. A veces a su lado en la cama, otras sentado en el sillón mientras leía un libro, otras con la vista clavada en la chimenea como si viera algo muy interesante en el fuego, pero siempre en aquella habitación, vigilándola. Intentó preguntar por su hermano y pidió en muchas ocasiones que le permitieran visitarla porque necesitaba hablar con él, pero siempre obtuvo un «tienes que descansar» como respuesta. Emma no recordaba gran parte de lo sucedido, desde el momento en el que Astron decidió habitar su cuerpo hasta que despertó en aquella cama, todo era muy borroso en sus recuerdos, pero por los retazos que se colaban en
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