Dimitri aparcó su coche frente a un enorme y lujoso edificio, yo lo quedé mirando, se le notaba a leguas que tenía dinero, y no precisamente por las carreras. Había en él un aura extraña que me intrigaba.— ¿Cuál es tu nombre completo? — le pregunté.Dimitri volteó a verme, él no tenía ninguna expresión en su rostro.— ¿Me pedirás dinero para follar, si te digo que soy asquerosamente rico? — me preguntó.Puse los ojos en blanco de inmediato, este tipo estaba a la defensiva todo el tiempo, y eso era muy molesto.— Eres una mierda, Dimitri — le dije.Él se recostó en el asiento, sin apartar su mirada de mí.— Lo soy, así que no es necesario que lo repitas todo el tiempo, es molesto — me contestó.Yo abrí el coche y bajé de él, estaba cometiendo un error al haber aceptado esto, Dios, cada vez era más patética, y todo por la polla de un hombre que no vale la pena.— ¡Detente, carajo! — grito.Yo me detuve y voltee, él estaba caminando hacia mí con las manos dentro de los bolsillos, se veí
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