Me senté frente a Boris, que me estaba regañando. Lo miré a los ojos para que pensara que le estaba prestando atención, pero la verdad era que no me interesaba nada de lo que decía, y no porque fuera un irresponsable. La realidad es que hace más o menos una semana ya había revisado dichos documentos y ya había hecho la mayoría del trabajo. Ser un playboy millonario no era tarea fácil.— ¿No has escuchado nada de lo que te he dicho, verdad? — me preguntó de mal humor.Yo asentí con la cabeza inmediatamente, a pesar de no prestarle mucha atención a todo su regaño, sabía cuáles eran las partes importantes.— Ya he revisado los documentos, y sí, es una buena propuesta. También sé que aún no confías en que yo pueda con las empresas y con las carreras, pero sí puedo hacerlo. Así que deja de estresarte, que eso me pone de mal humor — le dije.Boris caminó hacia mí y se sentó a mi lado. Él agarró mi mano y empezó a darle golpecitos, sabía que ahora vendría un sermón de esos que odiaba, donde m
Dimitri aparcó su coche frente a un enorme y lujoso edificio, yo lo quedé mirando, se le notaba a leguas que tenía dinero, y no precisamente por las carreras. Había en él un aura extraña que me intrigaba.— ¿Cuál es tu nombre completo? — le pregunté.Dimitri volteó a verme, él no tenía ninguna expresión en su rostro.— ¿Me pedirás dinero para follar, si te digo que soy asquerosamente rico? — me preguntó.Puse los ojos en blanco de inmediato, este tipo estaba a la defensiva todo el tiempo, y eso era muy molesto.— Eres una mierda, Dimitri — le dije.Él se recostó en el asiento, sin apartar su mirada de mí.— Lo soy, así que no es necesario que lo repitas todo el tiempo, es molesto — me contestó.Yo abrí el coche y bajé de él, estaba cometiendo un error al haber aceptado esto, Dios, cada vez era más patética, y todo por la polla de un hombre que no vale la pena.— ¡Detente, carajo! — grito.Yo me detuve y voltee, él estaba caminando hacia mí con las manos dentro de los bolsillos, se veí
Salí hecho una fiera, necesitaba sacar toda esta rabia o iba a explotar. Me subí en mi motocicleta y aceleré, el viento pegaba en mi rostro con brusquedad, haciéndome sentir como la escoria que sabía que era. Aceleré aún más pasando el límite de velocidad.Llegué hasta el gimnasio que Boris había equipado para mí, me bajé de la moto y entré. Caminé con rapidez hasta el saco que estaba en una esquina, el primer golpe que le di se sintió bien, así que empecé a golpear repetidas veces, con más rapidez y fuerza.—¡Carajo! — grité con frustración.Golpeé el saco con más fuerza hasta que sentí como mi mano crujía. Había sido un completo imbécil, pero no sabía comportarme de otra manera.Golpeé con más fuerza el saco, necesitaba sacar toda la frustración que sentía, sacar toda la rabia, todo el dolor.— ¡Ya es suficiente! — gritó Boris.Yo dejé de golpear el saco y volteé a verlo. El se veía preocupado, como todas las veces anteriores y eso me enfurecía, yo... solo quería poder sacar mi rabi
Días después.Dimitri me llevó a un lugar completamente diferente, yo lo quedé mirando pero él no dijo nada al respecto, aunque yo sí estaba curiosa por esto. ¿Para qué necesitaría un segundo lugar si su penthouse era enorme y precioso? — Esta vez no te dejaré escapar — me dijo él. Dimitri me sacó la camisa y empezó a besar mi cuello, bajando hasta mis pechos, chupando con desesperación mi pezón.— ¿Por qué tienes otro lugar? — le pregunté. Él dejó de succionar mi pezón y levantó la vista para mirarme. — Eres tan raro — le dije. Dimitri soltó mi pezón y se levantó. — Y tú muy curiosa. No deberías hacer tantas preguntas. Estoy seguro de que no te gustará la respuesta — me dijo seriamente. Yo le desabroché el jean y metí mi mano dentro, tocando a través de la tela de su ropa interior su pene. — Quiero saberlo — le respondí. Dimitri empezó a reír. — Asesino a mujeres rubias en este lugar — me respondió. Yo me separé de él y empecé a reír. Definitivamente, este hombre era de lo
Ambos salimos del apartamento satisfechos y felices, él me acompañó hasta la salida del edificio y cuando ya estábamos allí, él volteó a verme.— ¿Quieres que te lleve a casa? — me preguntó.Yo lo quedé mirando y negué con la cabeza. quien diría que este hombre tan odioso y prepotente me preguntaría tal cosa.— Puedo irme sola — Le dije.Dimitri respiro profundamente.— Después no te quejes de mi mala actitud — Me dijo de mala gana.Yo sonreí un poco, era un poco lindo cuando trataba de ser amable.— Quedamos en que esto será como si fuera un polvo de una noche ¿tu acompañas a casa a todas las mujeres con las que has follado? — le pregunté.Dimitri se metió la mano al bolsillo, sacó su billetera, después unos cuantos billetes y me los metió dentro del escote.— Para la hamburguesa — me dijo con una sonrisa.Yo me saque los billetes y los guardé en mi bolso. Él se acercó más a mí, se inclinó y me besó, pero esta vez no fue un beso insípido como los que me daba anteriormente, yo le resp
Cuando íbamos llegando a las puertas de mi trabajo, apareció Joaquín de la nada. Yo me detuve en seco y lo quedé mirando. Él miró a Dimitri y después a mí.— ¿Es tu amigo? — me preguntó señalando a Dimitri.Yo voltee a ver a Dimitri que tenía cara de querer matar.— Si — Le contesté.Dimitri empezó a reír. Después le tendió la mano a Joaquín y este la apretó.— follamos de vez en cuando, de hecho, nos estás interrumpiendo, así que házte a un lado que estoy muy cachondo — le dijo Dimitri.Joaquín alejo su mano y me miró con el ceño fruncido, yo mire a Dimitri y lo fulmine con mirada.— Puede ser tu hijo, Grace — dijo Joaquín.Dimitri volvió a reírse.— Sí, me encanta jugar con ella a que somos madre e hijo, adoro cuando me amamanta, es simplemente delicioso — contestó.Yo estaba en shock. ¿Qué carajo le estaba pasando? Y ¿por qué yo no le decía nada?— No tenemos ni dos meses de separados y ya te estás metiendo con otro, definitivamente eres una puta — me dijo.Dimitri le dio un puñeta
Llegué a casa de Boris, sabía que aquí estaría Rafael, nuestro abogado. Según Boris, el hombre lo tenía todo para ser el hombre perfecto: era educado, trabajador, amoroso y muy detallista. Según, nadie sabe por qué su esposa se divorció y se fue con alguien más. Grandes misterios de la vida. Pero yo intuía el porqué. Rafael era… muy feo. Un golpe en los huevos era mucho mejor que verlo, y su plática tampoco era tan amena ni divertida. Hablar con Rafael era sumamente aburrido y desesperante, pero el tipo era excelente en su trabajo, eso sí se tiene que reconocer.— ¡Dima! — gritó Anna, la hija de Boris.Ella corrió hacia mí y me abrazó. Yo la cargué de inmediato. Anna era preciosa, con suaves rizos dorados y ojos azules que enmarcaban su rostro. Parecía una muñequita, de esas que debes coleccionar. Tenía seis años, pero era la niña más inteligente que conocía.— Pipa ha parido, y te he guardado un gato — me dijo con una sonrisa.Yo sonreí forzadamente. Yo no era bueno con los animales,
Me acerqué a él y me subí a su regazo. Dimitri agarró su polla y la guió a mi entrada. Bajé lentamente hasta que estuvo profundamente en mí. — ¿De dónde sacaste a ese idiota? — le pregunté. Dimitri agarró mi culo y empezó a subirlo y bajarlo con lentitud. — ¿Por qué quieres hablar de otro hombre mientras estoy follándote? — me preguntó. Me mordí el labio inferior mientras sentía cómo el piercing me raspaba dentro y me hacía sentir nuevas y deliciosas sensaciones. — Solo es curiosidad — le contesté. Dimitri negó con la cabeza. — En este momento eres mía, y te prohíbo hablar de alguien más que no sea yo — me dijo. Sonreí un poco, me abracé a su cuello y lo besé. Él me respondió al beso con intensidad mientras guiaba los movimientos de mi cadera. Cada embestida era más intensa que la otra. Me separé un poco de él y lo miré a los ojos. Dimitri tenía algo que posiblemente me asustaría si me enterara, pero ese algo lo envolvía en un aura oscura de misterio que lo hacía ver aún más a