AVRIL STEEL Cada segundo de esa cena fue hermoso, comimos, reímos, recordamos y no fui capaz de pensar en nada más que en él. Me di cuenta de que, pese a todos los cambios que había sufrido mi vida, había algo constante en ella, y eso era John. Conservando ese buen humor, subimos hacia la habitación tomados de la mano, compartiendo risas en voz baja para no despertar a los niños. Cuando llegamos a la puerta, él se detuvo, como si hubiera un campo de fuerza que no le permitía entrar. Desconcertada, ladeé la cabeza, preguntando en silencio, mostrando mi confusión. —No quiero incomodarte… —susurró con media sonrisa—. Puedes quedarte aquí, yo dormiré en la habitación de huéspedes. Tomó mi mano con delicadeza y la besó. Sabía que estaba tan ansioso como yo de que esa noche compartiéramos la cama, mi corazón lo exigía, así que cuando quiso soltar mi mano, yo me aferré. —Pasa la noche conmigo… —pedí en un suspiro y tiré de él. Sabía
Leer más