AVRIL STEEL
Avancé en sigilo, sin quitarle la mirada de encima. Cuando llegó al garaje, forzó la puerta para poder entrar. ¿Era un ladrón? No me sorprendería, la casa era muy bonita y llamativa. Me mordí los labios y fui presa de un arranque de valentía. Saqué mi teléfono y marqué el número de John.
Con cuidado pasé por la puerta en cuanto escuché su voz. —¿Avril? ¿Todo bien? Ya voy en camino… —No alcancé a contestarle cuando un golpe en mi mano me hizo tirar el aparato.
Adolorida, volteé hacia un costado encontrándome con el trabajador descarriado. —¡John! ¡Se metieron a robar! —grité con la esperanza de que me pudiera escuchar, antes de que el hombre me cubriera la boca con una mano, mientras que su brazo me rodeaba, sujetándome por la cintura para que no p
AVRIL STEEL—¿Ayudarme? ¿De qué manera? ¿Como ayudó a su esposa y a su hijo? —pregunté envalentonándome—. Sé lo que hizo con ella… Sé que es un maldito golpeador. No quiera venderme la imagen de un héroe cuando usted es peor. Lastimó a la mujer que juró proteger y amar, dañó a su hijo, ¿cree que el pequeño no veía todo desde su escondite?—No sé de qué esta hablando, señorita Steel —contestó con media sonrisa, pero noté en sus ojos que estaba furioso. ¿Le había atinado? ¿Mi poder de deducción era acertado y él era el exesposo de Clary?El mismo paso que dio hacia mí, yo lo retrocedí, hasta darme cuenta de que mi espalda estaba contra la pared. ¿Sería muy arriesgado correr hacia mi única salida? Tenía que arriesgarme, así que le pedí a mis piernas que no me fallaran y salí corriendo, pasando por su costado. Antes de alcanzar la puerta, me tomó del brazo, deteniéndome mientras encajaba sus dedos en mi piel de manera dolorosa.—¿De donde sacaste todas esas tonterías? ¿Quién te dijo…?No
AVRIL STEELCuando abrí los ojos me encontraba en la habitación principal. Me senté, aún confundida, buscando una explicación ya que no recordaba haber salido de la habitación de los niños durante la noche, entonces me encontré con las espaldas anchas de John, estaba sentado en la orilla, en completo silencio.Gateé hasta él y vi su rostro consumido por la incertidumbre mientras se frotaba las manos. Sus nudillos estaban enrojecidos e inflamados y supuse lo que había hecho con el detective. Posé mis manos sobre las suyas, trayéndolo de regreso a la realidad, de nuevo volví a ver a mi dulce y tierno John, quien me dedicó una sonrisa.—Te quedaste dormida en la cama de Amber… —dijo en cuanto apoyé mi frente en su mejilla.—Te amo, ¿lo sabes?—Yo también te amo, osita —contestó tomándome por el mentón—. Más de lo que te imaginas.Froté mi mejilla contra la suya mientras me aferraba a él, intentando reconfortarlo con cariño y ternura. De pronto me tomó por la cintura y me sentó en su rega
AVRIL STEELMe quedé sin palabras, la garganta se me cerró y solo pude concentrarme en el fuego de sus ojos. Si algo recordaba nítidamente era el amor tan fuerte que sentía Chapman por su hija. Saber que la había perdido por culpa de John y que él provocó todo para que yo pudiera vivir, debía de ser algo difícil de asimilar. Intenté acercarme, quería consolarlo de alguna manera, pero su rechazo me dejaba claro que yo no era la persona indicada.—Lo que pasó, pasó… Ya no hay manera de alterar las cosas. Perdí a mi hija y aposté por ti. Te entregué su corazón y tuve la esperanza de que podrías sentir algo de amor por mí, pero no fue así. No pienso hacer nada contra ti, porque no pienso destruir lo único que me queda de mi pequeña Rita —contestó herido, retrocediendo hacia la pu
HENRY CHAPMAN Salí de urgencias arrastrando los pies, desconcertado y confundido. Avril se había quedado ahí, esperando. En cuanto me vio, no tardó en dedicarme la mirada más lastimosa de su repertorio, y se acercó. —¿Cómo está ella? —preguntó en un susurro.Bajé mi atención hacia mi mano, aún podía sentir el calor de la suya, también noté que me había quedado con algo de sangre, se veía fresca. Avril se cubrió la boca con sorpresa y retrocedió.—¿Es de ella? —preguntó horrorizada.Acerqué más la mano a mi rostro y recapitulé cada herida que noté a simple vista. ¿De dónde había salido esta sangre? —Algo me dice… que no —contesté para mí y fruncí el ceño. De inmediato c
AVRIL STEEL—¿Crees que lo hará? —preguntó John caminando de un lado para otro, pensando en lo que le había platicado.—Creo que… sí. Aunque no lo quiera admitir, Chapman ha desarrollado un lazo especial con Clary, si descubre que Steve fue quien la golpeó, estoy segura de que se alejará de él y no solo eso, hará todo lo posible para destruirlo. No dejará que lo que le ocurrió a ella pase en vano.John revisó su reloj y entornó los ojos. —Le haré una visita…—¡No creo que sea buena idea! —exclamé acercándome a él—. No tolerará verte.—Necesito hablar con él… Creo que no le molestará que quitemos de nuestro camino a Steve antes de destruirnos entre nosotros —dijo John con tranquilidad, pero sus palabras solo me alte
ALISSA BROWN—Tal vez si le das otro beso, se despierte… —escuché la voz de Amber en la lejanía—. Hablo en serio, hay un libro que lo confirma.—Amber… Los libros de princesas no pueden ser tomados como un manual de sobrevivencia —respondió Damián—. Aunque… bien podría intentarlo.—¡Sí! ¡Si no funciona, de todas maneras, podemos esperar a que se despierte solita! —exclamó la pequeña con emoción.Abrí los ojos nerviosa por lo que iba a ocurrir, y sin fijarme, intenté levantarme, pero mi cabeza chocó con la de Damián que ya estaba a punto de volverme a besar. Ambos terminamos con las manos en la frente y viendo estrellitas.—¡Qué golpazo! —exclamó Amber cubriendo su boca con ambas manos.—¿Estás bien? &mdas
AVRIL STEELAl no poder encontrar a Chapman, decidí pasar a ver a Clary. En cuanto atravesamos la puerta de su cuarto, sentí que mi alma abandonó mi cuerpo y los ojos me escocieron. La pobre estaba postrada en la cama, llena de sensores y aparatos. Me acerqué lentamente y acaricié su mano amoratada. ¡¿Qué le había hecho ese imbécil?!—Clary… —dije su nombre con tristeza mientras veía su rostro lleno de lesiones—. ¿Cómo te pudo hacer esto? Es un maldito monstruo…Entonces sentí la mano de John sobre mi hombro, ansioso por consolarme. —Esto no se quedará así. Te lo prometo.—¿Qué harás, John? ¿También lo atropellarás? —preguntó Chapman entrando a la habitación, con paso veloz y una actitud arrogante. No parecía contento
ALISSA BROWNRetrocedí con las manos al aire y el miedo en las pupilas, pero ese hombre parecía que no quería dejar cabos sueltos. El arma se disparó en el momento que yo cerré los ojos. El calor y el ardor se apoderaron de mi pómulo, cuando me di cuenta estaba en el piso, con la mejilla sangrante. Intenté ponerme de pie de inmediato y entonces vi a Damián peleando contra ese hombre, forcejeando por el dominio del arma.Me acerqué a la niñera que aún seguía viva y aproveché para liberarla, de inmediato le dije dónde estaba Amber. La mujer corrió hacia la cuna y tomó al pequeño George en brazos, el cual había comenzado a llorar desesperado por el ruido de la batalla. Mientras la niñera salía de la habitación, aterrada y cuidando de que no le tocara ningún golpe, yo me precipité a la cuna, cuando