POV MIADecidí bajar a la cocina alrededor de las cinco de la tarde. Tenía hambre, pero esta vez no quería pedir comida. Había algo en mí, una necesidad de hacer las cosas por mi cuenta, aunque no estuviera acostumbrada a ello. Además, un antojo específico empezaba a rondarme la mente, algo que no podía ignorar.Al entrar a la cocina fui directamente a abrír el refrigerador en busca de inspiración, y allí lo vi: un hermoso lomo de res, perfectamente sellado al vacío. En cuanto lo vi, supe que eso era exactamente lo que quería. Lomo asado, jugoso, con un acompañamiento sencillo pero delicioso.Saqué el lomo del refrigerador y lo coloqué sobre la encimera. Luego busqué los ingredientes que necesitaba: sal marina, pimienta, ajo fresco, romero y aceite de oliva. Mientras reunía todo, un pequeño cosquilleo recorrió mi pecho. Era raro emocionarme por cocinar, pero había algo especial en este momento. Tal vez era la idea de satisfacer ese antojo. Mi primer antojo de embarazada.Tomé un cuchi
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