Ioana finalmente llega a su casa, su mente aun procesando los eventos de las últimas horas. Al estacionar el auto de su hermano en el camino de entrada, nota inmediatamente el auto de su padre estacionado frente a la casa. Su corazón late más rápido, la mezcla de ira e incredulidad al ver que Xavier se atrevió a ir hasta allí.—Tiene que ser un maldito chiste —murmura entre dientes, saliendo del auto y cerrando la puerta con más fuerza de la necesaria. Definitivamente, si Emil estuviera allí, pegaría un grito ante ese gesto.Con pasos marcado, Ioana se dirige hacia la entrada. Empujando la puerta principal, entra en la casa. La atmósfera dentro es tensa, casi sofocante. Escucha la voz de su padre provenir desde el despacho de su abuelo y sin pensarlo dos veces, se dirige directamente hacia él.—¡Xavier! —grita, su voz llena de furia contenida mientras cruza la puerta de la habitación.Xavier, sentado en el sillón con una copa de vino en la mano, se gira para mirarla con una expresión d
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