Las palabras resonaron en mis oídos como una sentencia de muerte.
Las palabras resonaron en mis oídos como una sentencia de muerte. Mi mente intentaba procesar la información, pero la realidad parecía desmoronarse ante mí. La familia Mancuso, que siempre había estado intrínsecamente ligada a la Ndrangheta, estaba ahora en la periferia, aislada de las alianzas y lealtades que alguna vez fueron los cimientos de nuestra existencia.La incredulidad me paralizó por un momento, y luego una oleada de emociones se apo
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