Los impecablemente blancos pasillos del departamento de neurocirugía del Policlínico Umberto I me envolvieron mientras caminaba hacia la oficina de Giuseppe Piccolo, un renombrado neurocirujano de fama internacional. El hospital en Roma era uno de los más avanzados de Italia, y Giuseppe Piccolo era conocido por su excelencia en el campo.
La imponente sala de estar de la mansión de Don Salieri era un testimonio de la opulencia y tradición que impregnaban aquel ambiente. Muebles suntuosos y obras de arte adornaban el espacio mientras yo permanecía nerviosa junto a Dante. La atmósfera cargada de expectación parecía apretar mis pulmones, y de manera involuntaria, comencé a morder mis labios como gesto de ansiedad. Dante, a mi lado, me miró con una expresión que mezclaba impaciencia y desdén. "Detente
Las palabras resonaron en mis oídos como una sentencia de muerte. Mi mente intentaba procesar la información, pero la realidad parecía desmoronarse ante mí. La familia Mancuso, que siempre había estado intrínsecamente ligada a la Ndrangheta, estaba ahora en la periferia, aislada de las alianzas y lealtades que alguna vez fueron los cimientos de nuestra existencia.La incredulidad me paralizó por un momento, y luego una oleada de emociones se apo
El tren se deslizaba suavemente por las vías mientras se acercaba a la estación de Milán, anunciando el tranquilo final de un viaje que, para algunos, estaría marcado por un giro completamente inesperado. Los pasajeros, ya levantándose y recogiendo sus equipajes, se preparaban para desembarcar cuando la repentina entrada de la Polfer junto con los Carabinieri interrumpió la atmósfera de calma.Uno de los policías de la Polfer, con sembla
Sentada al lado de Dante, observé atentamente cada movimiento de Vincenzo "Vince" De Luca mientras nos observaba con una expresión cautelosa. Sus ojos escrutadores parecían sondear nuestra verdadera intención.Vincenzo dirigió su mirada hacia Dante, su voz cargada de desconfianza. "¿Qué haces aquí, Mancuso?"
Mientras Gianna servía los platos con una habilidad grácil, me sentía un poco incómodo por estar allí. Dante, a mi lado, parecía calmado y confiado como siempre.Gianna se acomodó en la mesa y, con una mirada curiosa, nos dirigió su pregunta. "¿Cómo se conocieron ustedes dos?" preguntó ella, su expresión transmitiendo genuina curiosidad.
La atmósfera estaba cargada de pasión mientras Dante y yo nos besábamos en la habitación proporcionada por Gianna y Vincenzo. Nuestros labios se encontraban con deseo, nuestros corazones latiendo al unísono, cuando de repente la puerta se abrió. Gianna estaba allí, sosteniendo sábanas y almohadas, con una expresión avergonzada en su rostro."Lo siento por entrar sin golpear", murmuró, mientras intentaba equilibrar las cos
POV ADAMHarris hizo un gesto para que el oficial continuara reproduciendo las imágenes. Me preparé para ver más de los eventos que llevaron a la desaparición de Catarina, sintiendo cómo mi corazón latía con fuerza en mi pecho.