Aidan no podía salir de la impresión. De todos los sospechosos en los que pensó que podría estar Ryan resultó estar en donde realmente él menos se imaginaba, y una de las razones era porque él le había dado su manilla a Kier. Todos aquellos que la tuvieran no serían poseídos, por eso era más convencible que estuviera tanto en Antoin como Nayr, u otro lobo de la manada. Estaban protegidos del control de Ryan, pero ahora que recordaba no había visto a Kier desde que se las había dado para que entrenaran, así que no había podido verificar que la tuviera puesta.-¿Por qué él?- Aidan preguntó manteniendo la calma, aunque por dentro su mundo fuer aun desorden total. Comportarse como un loco eufórico y molesto, sólo le quitaría las pocas fuerzas que le quedaban y eso lo aprovecharía Ryan para ir en contra de él. Además, no le daría el gusto de verlo perder el control de esa forma.Una sonrisa que le erizó cada vello de su desnudo cuerpo, apareció en el rostro de Kier. Era tan extraño que no
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