Después del desayuno, Delicia llamó a su amiga Elena, quien aún estaba en la cama. Sorprendida y emocionada al saber que Delicia había vuelto a México, Elena se levantó de inmediato.—¿Ya estás aquí? —preguntó Elena con entusiasmo.—Sí, y estoy yendo a tu casa ahora mismo, —respondió Delicia.—Perfecto, pediré la mañana libre en el trabajo. Nos vemos pronto, —dijo Elena.Después de colgar, Delicia salió de casa con su mascota, la cerdita Ana, sin llevar nada más. Decidida a dejar atrás su pasado, llevaba puesta la misma ropa con la que había llegado ayer. Mientras caminaba desde el Palacio Jazmine, una lujosa residencia en una zona poco transitada, Delicia reflexionaba sobre su decisión de alejarse de todo lo que había sido suyo.Después de un largo paseo, y sin taxis a la vista debido a la ubicación remota, un Rolls-Royce Phantom se acercó rápidamente y se detuvo a su lado. Delicia, sorprendida por la abrupta aparición del coche, dio un paso atrás, pero se detuvo al reconocer al condu
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