—Cuídate —Rebeca abrazo a Kelvin, su corazón latía con un miedo que no podía controlar.—Tranquila —Kelvin la apretó más contra su cuerpo. Sentir sus abrazos lo llenaba de calma y esperanza.—No tardes.—Cariño, tranquila, solo voy a hablar con ella, a dejarle claro las cosas, confía en mí, te amo a ti. Alessia siempre será como una hermana para mí, por lo que haga lo que haga, no me hará cambiar de opinión, ni tampoco me dejaré seducir por ella, estoy claro en lo que siento por ti.Escuchar esas palabras le dio tranquilidad a Rebeca. Antes de irse, ambos se despidieron con un beso.—Es necesario que eso pase, hija —Evelin se acercó a ella, colocando sus manos en los hombros de su hija.—Lo sé, quizás es miedo a que Alessia lo haga cambiar de opinión.—No lo creo, ese muchacho se fue lejos, solo para aclarar sus sentimientos. Y cuando se ama de verdad, nada cambia eso.—Tienes razón mamá.—Vemos una película, ¿qué te parece?—Sí, es una buena idea —Rebeca sonrió—. Por cierto, ¿dónde e
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