Aunque hubiera corrido al aeropuerto, ¿qué podría haber hecho? ¿Decirle a Ana que había cambiado por Emma, que no había estado con Sofía, y pretender retenerla a su lado el resto de su vida? No, eso era imposible…Ana iba a ser madre, y eso, en cierto modo, era algo bueno. Emma tendría otro ser querido en su vida.Mario estaba tirado, respirando con dificultad…Fuera, Gloria se recuperó de su sorpresa y volvió a entrar al estudio. Al abrir la puerta, se quedó petrificada:—¡Mario!Corrió hacia él y, con esfuerzo, lo ayudó a volver a su silla de ruedas. Mario estaba sudando copiosamente, las gotas de sudor caían como perlas. Gloria, con voz tensa, anunció:—Voy a llamar al doctor Castillo.Mario la detuvo con un gesto. Observando el papel caído en el suelo, dijo con suavidad:—No llames al médico, Gloria. Prefiero estar solo un momento.Gloria intuyó sus pensamientos. Recogió la nota del suelo y se la entregó; tras reflexionar un instante, empezó a decir:—Lo cierto es que…Mario no la
Leer más