Luciano jamás había experimentado sensaciones tan intensas, entonces así era como se sentía encontrar a tu alma gemela, era un deseo incontenible, un amor fuera de la cordura y la razón, un deseo de proteger a esa hembra que significa todo para tiEl Alfa sacó a su luna de la bañera envolviéndola en una toalla para después secarla parte por parte, sentirla tan cerca era tanto delirante como agonizante, la tomó de la mano llevándola a la cama, ella se sentó mientras que el permaneció unos momentos de pie — ¿Tú... tú vas a tomarme? — Isabella respiraba — Es nuestra noche de apareamiento, eres mi esposa y mi luna, ¿por qué no te tomaría? creés que me puedo resistir a hacerte mía, tu loba sabe que somos almas gemelas, ¿por qué te sigues resistiendo a aceptarlo?— Tú... dicen que no eres un buen lobo, que eres cruel, sanguinario, loboriego, no quiero vivir con un Alfa así— Esos son solo rumores, conóceme, trátame, ámame, que sea todo por ti misma, así comprobarás si lo que se dice de mi
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