Era la primera vez que entraba a una escuela de México, y no podía tener más suerte, que entrar a la escuela de bellas artes. Estaba tremendamente nerviosa, ya que no había asistido a clases desde que me fui de Francia y vine a México. Y a pesar de que estaba nerviosa, fue muy dulce de parte de Alejandro, acompañarme el primer día.El joven hombre resaltaba tanto, que no puedo evitar que miles de miradas lo miren atentamente. Así que lo miró, para darme cuenta el porque la gente nos miraba tanto. Alejandro tenia su cabellera castaña peinada hacía atrás, mientras que el olor del gel de su cabello era riquísimo. Traía puesto un traje negro entallado, mientras que, en sus hombros llevaba puesto una chaqueta de piel, que lo cubría del día tan frio, sus zapatos negros estaban tan bien lustrados, que podías ver tu propio reflejo.––Creo que todo el mundo te esta viendo. ––Le susurre a mi esposo, mientras veía que tanto como hombres y mujeres, lo miraban mientras estábamos esperando en una f
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