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23 chapters
veintiuno.
Florencia:Camino detrás del féretro, esa caja que dentro lleva a mi amor a lo que será su última morada, su madre camina a mi lado, no ha soltado mi mano, me pregunto si Leonardo puede ver que por fin su madre parece haberme aceptado, tardé lo sé, pero aun así a tiempo para ver crecer a su única nieta, ese pedazo de Leo que quedo con nosotros.Soy consciente que este es el adiós definitivo, los gritos de su madre me obligan a entenderlo, Amara lloran en silencio, al igual que yo, creó, por lo menos no eh escuchado algún sonido salir de mí, solo lágrimas. Alexander camina a mi lado y mira hacia la nada como hace días.Las personas desconocidas para mí se retiran poco a poco, creo que todos vinieron por compromiso, incluso Kevin, a él no le creo nada, si realmente hubiera sido amigo de mi Leo no hubiera actuado como lo hizo, aún recuerdo el golpe que Leonardo le dio cuando apareció en el departamento pidiendo perdón, y mi pobre Leo le creyó, hasta que comenzó a decir que si estaba todo
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veintidós.
Florencia:Cada día que pasa es más de lo mismo, mi vida se convirtió en una rutina gris, me despierto y me concentro en mi hija, trato de estar con ella todo el tiempo posible, trato de ser consciente de cada movimiento que hago de cada palabra que digo, sin embargo, el tiempo que ella duerme o sale con Amara, es como si una niebla me cubriera, me sumerjo en la nada, en el vacío que quedo con la ausencia de Leonardo. Lo peor son las noches, esas que se hacen interminables, trato de soportarlas, Dios sabe que es así, pero cuando el dolor me supera recurro a Michel. Un joven que se dedica a la distribución de drogas, lo conocí por accidente en el hospital, me bastó verlo en los pasillos del nosocomio para saber muy bien que hacia allí, y es que siempre estuve rodeada por gente como él, aunque mis padres siempre trataron de que jamás caiga en ese espiral de consumo y falsa felicidad, pero cuando ellos murieron comencé a consumir, algo que terminó después de los cocteles de drogas que Ma
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veintitrés.
Alexander: Volteó a verla una vez más, y salgo de la habitación, ¿que se supone que voy hacer ahora? ¿cómo podré resistir el impulso de besarla, tocarla, su piel tan suave y cálida, tan exquisita? ¿Como podré enamorarla? Mejor dicho, ¿tendré alguna posibilidad de enamorarla?Voy a mi habitación y luego de tomar una ducha bien fría para solucionar el problema de mi entrepierna, bajo a desayunar.Aşkim estaba echada esperándome, se levantó y vino a olfatearme.— ¿Que sucede? ¿Extrañas a nuestro pequeño sol?— ¿Así que mi hija ahora es un pequeño sol?Respire profundo, tratando de tranquilizarme antes de dar la vuelta, hice uso de todos mis años de negociaciones en la empresa y congele cada músculo de mi cara, para que no me delate ningún gesto. Nada que pueda hacer ver lo que ella me hace sentir, como me enloquece.— Sí, así le digo, espero que no te moleste.— Claro que no Alex, eres su padrino le puedes llamar como quieras, mientras sea con cariño. — Ella estaba sonriendo, por prime
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