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Todos los capítulos de Dos alfas enormes para la omega: Capítulo 41 - Capítulo 50
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41. Soy una Knigth
41 AdaraMi madre dice que soy una Knigth y una loba especial, aún no puedo creer eso.«Es verdad, debes creerle a tu madre» me dijo mi loba muy segura.«Nunca me dijiste nada sobre eso» le reclamé.«Quería que estuvieras segura» me respondió Aroa.«¿Estoy segura ahora?» le pregunté enojada por los secretos.«Debemos confiar en nuestros compañeros, juntos somos irrompibles» me explica.—Adara, vamos —me dijo Alaric— debemos preparar tu viaje, aquí ya no estas segura.Alaric se veía consternado por toda la información en tan poco tiempo.—En tu manada ha habido ataques, allí tampoco es seguro llevarla —replica Mason.No quería más peleas entre ellos, me hería profundamente verlos de esa manera.—Quiero ir a Garra Plateada —respondí yo está vez.No entendía porque Mason se ponía de esta manera.Mi madre había quedado relegada al olvido mientras nosotros discutíamos.—Mason, para ya —pide Alaric suspirando.—Ya no quiero más peleas, pensé que lo habías aceptado. Que me habías aceptado, a
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42. Dedicar solo a ella
42 Alaric.Queríamos postre y ese postre nos veía con mirada inocente que me ponía la polla más dura.Saber que mi cachorro crecía en su vientre me hacía cosas inexplicables en el cuerpo, ni siquiera hizo falta anudarla para que quedara embarazada. Había escuchado de que podía suceder, es normal que un beta o alfa puedan embarazar hasta a una humana sin necesidad de anudarla, pero que el embarazo de Adara fuera diferente, que estuviera hecho para ambos, me daba mucha tranquilidad.Nuestra rivalidad debería terminar aquí.Solo quería llevar a Adara a nuestra habitación y sentirla.«¡No!» Lainus se enojó y gritó en mi mente dejándome sordo.«¿Por qué no?» me sentía contrariado e irritado por su comportamiento.«Debes velar primero por su salud, bruto» me reclama mi lobo.Enlacé a Mason y se lo comenté, me dijo que su lobo pensaba lo mismo así que desistí de comerme a mi pequeña loba, cuando el doctor dijera que estaba perfectamente bien ella y nuestro bebé podríamos…Mi lobo gruñó enoja
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43. En las nubes
43 AdaraMe sentía como en las nubes y cuando desperté, me levanté con una sola mano notando que solo uno de mis mates estaba conmigo, mi corazón se estrujó al no encontrar a Mason a mi lado, pensé que las cosas se habían solucionado con todo lo que mi madre nos contó, pero al parecer para él no es suficiente.Y eso me dolía demasiado.Quería que esto que le brindaba la Diosa fuera suficiente para él, pero creo que para él es más importante que sea solo suya a compartir este lazo.—¿En qué piensas? —pregunta Alaric con voz ronca por el sueño.Miré hacia abajo y allí estaba él con una sonrisa somnolienta, acarició mi mejilla y me incliné a su tacto sin poder ni querer evitarlo, nuestra conexión era vibrante por el vínculo que compartíamos.—Quiero conocer tu manada —le dije en vez de decirle lo de Mason.Me miró un momento antes de suspirar, sabía que no quería hablar ahora.—Podemos irnos cuando quieras —contesta tranquilo en vez de presionarme.Me gustaría estar marcada para que sint
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44. Garra Plateada
44 AlaricPodía ver que Adara se sentía un poco incomoda con la conversación, por lo que decidí cortar por lo sano y llevármela.—Gracias por todas sus palabras, me llevaré a Adara a conocer a Garra plateada y la traeré de vuelta en un mes —les aseguré.—Gracias, Alfa —hicieron una pequeña reverencia mientras todos lo decían al unísono— confiaremos en usted.Llevé a Adara de vuelta al auto y carraspeé para que el chofer entendiera mi señal, en cuanto Adara estuvo dentro el hombre habló.—Luna, mis disculpas por hablar como lo hice. Tiene toda la razón, soy un idiota —se disculpa Mike, mi chófer.—Solo no vuelvas hacerlo y aceptaré tus disculpas, Mike —respondió con su nombre de pila junto con un sonrisa.El hombre se mostró sorprendido al igual que yo porque no sabíamos que Adara se supiera los nombres de mis hombres.Será una excelente Luna.—Nunca se me olvida un nombre y casi siempre estas cerca del Beta de Alaric —respondió Adara por la pregunta no formulada.Avanzamos sin más dem
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45. Un dolor agudo
45 MasonSentí un agudo dolor en el pecho que no pude explicar y me encorvé en mi escritorio tratando de apaciguarlo cuando entra Vlad a mí ahora nuevo despacho.—¿Qué te sucede? —pregunta un tanto distante, pero aun preocupado por mí.Desde el día en que traté mal a Adara no me habla como antes, así le dijera que ya solucionamos todo, sigue resentido.—Me duele el pecho —dije con voz ahogada.Siento que algo tira de mí y me hace jadear.—Eso no es normal —me mira extrañado— ¿Dónde está Adara? —pregunta viéndome un tanto ansioso.No entendí porque se ponía alerta.—La dejé dormida junto con Alaric —respondí aturdido por el dolor.—No, me han informado que Alaric se fue hace menos de veinte minutos —me señala en dirección a la frontera—Se fue, Adara y Alaric se fueron hace poco.—¿Qué? —pregunté levantándome de golpe, la silla cayendo en el proceso.—Sí… eso fue lo que me dijeron los guardias, también me dijeron que algo raro está pasando con los omegas —me informa— y por eso vine hast
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46. Mi pequeña loba
46 Alaric Acabando de colgar la llamada con Mason, mi pequeña loba se acerca a mí cuando ya había entrado a la casa. —¿Vienes? —pregunta Adara sacándome de mis pensamientos. —Claro, pequeña —respondí volviendo a la tierra. —¿Quién llamo? —preguntó mirando al frente cuando la alcancé para entrar a casa. Quería parecer despreocupada, pero podía ver esa pequeña arruga en el medio de sus hermosas cejas. —Era Mason, sintió cuando te fuiste —contesté observando su reacción. Un surco de preocupación apareció en las esquinas de sus ojos. —¿Le dolió? —su labio inferior ya amenazaba con temblar, así que opté por mentir a medias. —No mucho, pero noté que tú no sentiste dolor —di mi observación. No quería que ella se sintiera demasiado mal, era capaz de regresar ahora mismo si notaba alguna molestia en su cuerpo por la partida de la manada. —Me sentí rara —admite despacio— creí que sería peor, tal vez la presencia de ustedes me ayuda a que no me duela. Analicé sus palabras cuidadosamen
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47. Una exquisita cosecha
47 Ekaterina Tras milenios de años “viva” suelo aburrirme con una facilidad pasmosa. —No entiendo cómo son tan ineptos —refunfuñé como una cría. —Mandamos a unos de los mejores, pero Alaric Wolfhagen los superó en números —me comenta Tadeo. —Hiciste un buen trabajo en venir con vida e informarme, retírate —no quería verlo más y luego de mis palabras lo saqué con un movimiento de mi muñeca. Mis sirvientes estaban visiblemente temerosos cuando me bajé de mi trono y comencé a caminar de arriba abajo pensando en la manada de Garra plateada. Si el círculo se entera de lo que hago me buscarán hasta el fin de mis tiempos. Me estremecí solo de recordarlo. No puedo perder esto. ¡Todo esto es culpa de ese maldito duende! —Sabes bien que estamos en pendiendo de un hilo ¿no? —dijo Damon, sin temor a las represalias de la reina vampira. Tengo la fama de ser despiada, por algo maté a mi tío directo, Vlad Tepes para quedarme con todo. —Lo sé, si los rumores son ciertos debo acabar con esa
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48. Celosa
48 AdaraEl dolor en mi pecho era más agudo que el de mi mano sangrante, aun así, me refugié en el pecho de Alaric mientras me guiaba de vuelta a la habitación donde estaba durmiendo y en donde me arreglé.Me bañé y arreglé tan rápido para poder ver a Alaric que bajé corriendo las escaleras para darle una sorpresa, emocionada por ver a su hermana, es cuando escuché sin querer su conversación con Cleo, la mujer que creí que era amable conmigo.Ahora no sé qué pensar de la mujer loba que me mira sorprendida mientras dejamos atrás la oficina de Alaric.—Cleo Lupin es solo la mejor amiga de mi hermanita, Sienna —me comenta abriendo mi mano con cariño para revisar el daño que me hice y lo dejo.Me sentía nerviosa y furiosamente celosa de pensar en otra loba cerca de Alaric o Mason.Alaric comenzó a quitar los trozos grandes de cristales incrustados en mis manos, pero apenas sentía el dolor cuando la rabia de los celos quemaba en mi interior.—Ella… te importa —arrugué la nariz y moqu
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49. Somnolienta Aroa
49 Adara.Sentir sus labios y manos en mi piel se siente como miles de agujas diminutas recorrer allí donde me toca, se siente condenadamente bien.Luego de un momento se separa de mí sorprendido y mira mi estómago.—¿Qué sucede? —le pregunto en el justo momento que puedo sentir lo que lo paralizó.«Estoy feliz» un pensamiento llega a mi mente, pero sé que no es ni Aroa ni yo quien lo pensamos.Mi mano se mueve instintivamente a mi vientre aun plano y la conexión con mi bebé se hace instantánea.—¿Lo escuchaste? —me dice incrédulo— sé que tenemos un lazo con nuestro cachorro, pero no pensé que se manifestaría ahorita.—Yo tampoco —me rio de nerviosismo puro y solo puedo abrazar a Alaric— debemos contarle a Mason.Alaric saca su teléfono y con una sonrisa aun en su rostro marca el número de Mason, este responde después de tres timbres.—¿Ella está bien? —su pregunta sin saludo me aprieta el corazón de felicidad— ¡Alaric! —exclama perdiendo los nervios, pero Alaric solo puede sonreír co
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50. Cadenas invisibles
50 AdaraRecién había despertado por las sutiles caricias de Alaric, su pregunta me hace abrir un ojo y mirarlo un tanto confundida, supongo que se debe a la saturación de cansancio postcoital.—¿Quieres cenar? —pregunta Alaric acariciando mi espalda con toques tan ligero como la pluma— o tal vez quieres que busqué la comida para nosotros y nos escondemos un rato más en la habitación.—Luego de mi castigo me consientes —hago un ligero puchero, porque ya me he acostumbrado a ellos haciendo lo que sea por tenerme cómoda.—Mi pequeña loba necesitaba sentir la fuerza de sus alfas. Eres mi compañera, Adara no dudes en pedirme lo que necesitas —me mira con seriedad y asiento rápidamente. Admito que me salí de control al escuchar a Alaric decirle esas cosas a Cleo.Una loba necesita sentir la fuerza que emana de su pareja, así es como somos. Eso nos da una sensación de seguridad que nos complace y nos hace someternos a nuestras parejas, una loba no puede estar con alguien mas débil que ella,
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