Gilliam, se observó frente al espejo, la imagen que allí veía le causaba satisfacción... se veía muy bonita. decidió peinar su cabello en un hermoso moño, con un par de mechones sueltos que enmarcaban su rostro, un bello vestido negro, con unos detalles dorados lo hacían ver precioso, unos lindos zapatos de tacón alto, y un bolso a juego, solo delineador, un poco de pestañina y nada más... nada más que sus labios pintados de un hermoso labial rojo... —Calma Gil, no debes decidir nada, solo deja que todo tome su rumbo, no propicies, pero no detengas nada— se dijo para tranquilizarse. Una llamada la sobresaltó, se asustó con el sonido, el nombre de su nuevo jefe en la pantalla,hizo que que un cosquilleo, acompañado con un calor, se produjo en su bajo vientre y envió escalofrío por todo su cuerpo.— Hola. —Buenas noches, señorita Warren— el formalismo la sorprendió. —Señor Bentzell... —Pasaré por usted para ir al restaurant. —No hace falta, puedo llegar en mi auto. —Lo sé, sin embarg
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