Esa noche Marco fue al apartamento de Alexa, ahora está desesperado por hablar con ella y pedirle perdón. Sin embargo, por más que estuvo llamando a la puerta la joven no salió, en realidad, ella no quiere ni verlo porque hasta la vez le duelen aquellas palabras.Marcó su número de teléfono, pero este lo enviaba al contestador automático. Ella hace unos días se cambió de red y él no lo sabe. Al día siguiente ocurrió lo mismo, hasta que unos días después la pudo localizar y finalmente hablar.— Hubo un malentendido en aquella noche, revisé tu celular y pensé que me estabas engañando, así que, contacté a una mujer de la vida alegre para que me hiciera olvidar de ti. Antes de que pasara algo, llegaste tú y te hice creer que estaba saliendo con ella. —confesó.— No soy estúpida, Marco. Esa mujer te observó y se dirigió a ti como si te conociera de antes, no me vengas con el cuento ese.— Amor, mi pequeña. Juro que te estoy diciendo la verdad. Debes de creerme, por el bien de nuestro hijo
Leer más