La joven quiere hacer una confesión, pero el hombre impaciente no la deja que termine de expresar lo que tiene que decir.— ¡Qué! ¿Cómo qué no estás embarazada? —Le interrumpió asombrado y un tanto molesto por haber sido engañado.— Déjame terminar. No estoy embarazada de…— ¿No estás embarazada de mí? Entonces, ¿quién es el padre de los niños?— ¡Marco! —Grita, con impaciencia— por favor déjame terminar y cierra tu boca de una vez por todas. No estoy embarazada de quintillizos…— No me digas que se sumó uno más y ahora son seis, ¡Dios mío! Me voy a morir.— Basta de dramas, idiota. Si esta vez no me dejas terminar de hablar, comenzaré a gritar para que nos vengan a abrir la puerta. —Le amenazó.Solo es un bebé el que tengo en mi vientre. —Confesó, sonriendo.— Pero la doctora mencionó que eran cinco, ¿acaso abortaste los cuatro restantes?— No digas tonterías. Tus amigos y yo decidimos jugarte una broma ese día. La doctora también se sumó a la pequeña broma. Ja, si hubieses visto tu
Leonardo es el pediatra en esta historia conformada por cuatro amigos que desde que se conocieron forjaron una amistad de lo más bella posible en la cual prometieron nunca separarse por muy disgustados que se encuentren y desde entonces se han vuelto inseparables en honor a esa promesa.Ya conocemos la vida amorosa de Imanol y su pequeña Bambi Jandé, Marco y su pequeña traviesa Alexa. En esta ocasión hablaremos sobre Leo y Anyi, la chica que conoció cuando ella huía de su marido y por poco acaba en las ruedas del auto del pediatra.Anyi es una joven a la que desgraciadamente sus padres vendieron a un hombre poderoso. Este la usaba como su juguete sexual, a pesar de su temprana edad, ya estaba siendo víctima de abusos, golpes e incluso droga no consensuada. En un momento en que su comprador se descuidó, ella se propuso a huir y lo logró. ¿De qué manera? Saliendo del centro comercial donde ambos se encontraban y lanzándose al primer auto que vio acercarse, y, aunque no la golpeó, pero e
LeoEs mi hora de salida, he quedado con mis amigos para ir al bar que ha abierto el primo de uno de ellos, celebraremos el hecho de que ahora soy el dueño de la clínica en donde antes solo era un empleado. Ahora trabajo siempre como pediatra, con la diferencia de que ahora soy mi propio jefe y eso me hace muy feliz.No sé por qué, pero desde que me desperté esta mañana no he dejado de pensar en Anyi. Aquella pequeña princesa que solo apareció en mi vida para mostrarme lo que es el amor y el desamor al mismo tiempo, aunque con tan solo dos semanas de conocernos no le podía decir que me estaba enamorando de ella, saldría corriendo decepcionada y me trataría de psicópata así como su comprador.Su imagen no sale de mi mente, escucho su voz que me pide ayuda, es como si la tuviera detrás de mí, hablando discretamente, pero no es así. Todo el día he pasado con esa fea sensación que no me permite ni siquiera involucrarme en los proyectos que mis amigos están mencionando.De pronto la vi, ya
La joven hizo el esfuerzo de zafarse de aquella persona, pero este, en lugar de dejarla ir, la aprisionó más a su pecho y con su voz ronca y sensual le susurró:— Soy Leo, si estás aquí es porque quieres que te rescatemos.Al escuchar esa agradable voz, la joven dejó de patalear y se tranquilizó. No ha sido el monstruo el que la ha atrapado, es su salvador que por segunda ocasión arriesga su vida por la de ella.— Sí, por favor ayúdame. Sácame de aquí lo antes posible, él se dará cuenta de que no estoy a su lado y me buscará. Esta vez, si me encuentra me matará, lo ha dicho en reiteradas ocasiones. —Dijo corridamente cuando él retiró su mano para escuchar la respuesta.— Dime, ¿ese hombre tiene hombres de seguridad?— No. Solo hemos venido él y yo.Eso fue una buena noticia para Leo, pronto le hizo una llamada de emergencia al amigo que despista al malvado y le informa que está solo y no habrá problema.— ¿Confías en mí? —preguntó para asegurarse de lo que ella ha dicho.— Lo hago ha
De Leonardo brotó una fuerte carcajada, pues desde luego que se esperaba esa reacción que mostró la joven. Pero él sabe que no se pasará con ella, ni aunque duerman juntos no pasará nada que ella no esté de acuerdo.— Lo lamento, es lo que hay y ya es tarde para buscar otro hotel, además el resto de conferencistas también están hospedados en este lugar. —explicó.La joven aceptó que fuera así, incluso ella misma se sintió estúpida al estar cuestionándole las cosas al hombre que solo trata de protegerla y ser amable con ella.— ¿Qué haces? —Cuestiona al ver que la joven se está acomodando para dormir en el suelo.— Mañana debes de estar presentable y lucir bien para hablar frente a cientos de personas. Debes descansar mucho para que todo te salga de la mejor manera posible, has dicho que esto es una competencia, debes de ganarle a todos tus oponentes y convertirte en el candidato a presidente del colegio médico. —Expresó, siendo cortés.— De ninguna manera permitiré que duermas incómod
Por la mañana desayunaron en la habitación, Leo está haciendo todo lo posible para evitar que ella salga y sea vista por alguien que les esté vigilando y pasando información al hombre malvado.— Saldremos de compras cuando la conferencia acabe. —informa.— No necesito más nada. Jandé me llevó a las tiendas del señor Imanol y he traído suficiente ropa para este viaje.— Ya dijiste, lo hizo Jandé. Es momento de que yo lo haga, ¿a poco no te gustaría que te obsequie muchos detalles?— Solo no quiero causar molestias. —se sinceró.— Si gustas puedes acompañarme, pero si prefieres quedarte encerrada no hay problema y luego vengo por ti, aquí estarás muy segura, además, he contratado a un guardaespaldas de agencia para que te vigile mientras yo no esté cerca de ti.— Quiero ir contigo, ya no soporto quedarme encerrada, siento que me asfixio con los recuerdos del pasado.Grave error el que cometió la pequeña princesa al asistir a dicho evento. Su padre, que también es un médico, se encuentra
Luego de comentar durante unos minutos sobre cómo fue la experiencia eligiendo ropa para dama en la tienda, Leo envió a la joven para que duerma y no desgaste sus energías en estar alabándolo a él por ser tan bueno con ella. Él necesita concentrarse en el discurso que dará al día siguiente y quiere su espacio, pero la pequeña princesa no tiene la intención de quedarse con la duda sobre la pregunta que ronda en su cabeza y que teme saber la respuesta.— ¿Pudiste reconocer a mi padre? —Quiso saber. Ansiosa por escuchar que él no estaba allí y que solo ha sido una imaginación suya, producto del estrés.— Sí. Lo he visto —afirmó— créeme que es el hombre con el carácter más pedante que he podido ver en mi vida. No sé cómo ejerce esta profesión sin que los niños le tengan miedo a las expresiones de su rostro. —habló, haciendo una mueca de asco.— ¿Hablaste con él?— No. Solo lo vi de lejos.— Leo…— No te preocupes, he dicho que nada te va a pasar y así será. —interrumpió.Ese día, en la co
Finalmente, Leonardo tuvo que guardar la distancia, de lo contrario follaría tan rico a esa chica hasta que ella le suplicara que se detuviera.— Solo quería hacerte saber que eres preciosa y que deberías de usar más a menudo vestidos, te sientan demasiado bien con tu cuerpo delgado.— Está bien, creeré que eso era lo que quisiste decir. Si lo prefieres, podemos irnos ya, muero de curiosidad por saber a qué se debe tanto misterio del que no me das ni siquiera una pista.Leonardo sonrió, extendió su brazo para que ella lo tomara. Echó un vistazo en el dedo anular de la chica para comprobar que cargara su anillo de matrimonio y luego salieron de la habitación. En esta ocasión los guardaespaldas no les acompañarán de cerca, ya que no quiere levantar sospechas y dar a conocer que su esposa está en peligro.— Anyi, te pido una disculpa por no haberte dicho a qué lugar te traería, sé que te vas a molestar y tienes toda la razón de hacerlo. Esta noche verás a tu padre, o mejor dicho, él te