19. ¡Vamos Layla! ¡Ven!
Se acercó más a Layla, acariciando suavemente su cabello, en el fondo también quería que el recuerdo de él fuera algo que nunca pudiera olvidar, aunque jamás llegará a saber que había estado con él —En circunstancias normales, es cierto que preferiría que mi esposa no expusiera su cuerpo en público. Pero aquí estamos, en este hermoso y solitario rincón del mundo, solos tú y yo. No solo caminaré contigo por la orilla del mar, sino que, si así lo deseas, también me gustaría bañarme en el océano contigo,— Se inclinó para susurrarle en el oído — desnudos, sin barreras, sin restricciones, solo siendo uno con la naturaleza.La apretó más contra su cuerpo y empezó a besarle el cuello con ternura.—Es una oportunidad para conectarnos, no solo con el entorno, sino también el uno con el otro. Una ocasión especial que tal vez nunca se repita. Y aunque no debería decirlo... — Rachid hizo una pausa, en el instante en que sus labios llegaron al oído de su esposa calentándolo con su aliento, mordie
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