—Lo sé.El tono de Leandro era duro y una punzada de inquietud recorrió a Dalila.—Bueno, entonces no te molesto más.Al oír esto, Leandro sintió que había sido demasiado agresivo, así que se calmó. —Bueno, vale. Lo siento, mi tono ha sido demasiado exagerado. Descansa.Tras decir esto, colgó el teléfono. Aunque moderó un poco su tono, todavía se sintió molesto cuando escuchó la voz de Dalila.Antes le encantaba la voz mimosa de Julieta porque era suave y dulce, como si fuera un caramelo blando. Pero la voz de Dalila era diferente, aparentaba extrañeza y dureza, y siempre le hacía sentirse un poco molesto. Pero Dalila le había salvado, así que le pareció que era él quien pensaba demasiado en ello.En ese momento, en el Apartamento Cima Dorada.Cuando las dos terminaron de comer, bebieron jugo de frutas mientras veían la televisión. El ambiente era muy cálido.De repente, Jasmine se acordó de algo y miró a Julieta llena de pánico.—Julieta, hoy tenías que ir a tu revisión de maternidad
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