Pasaron unas semanas y por fin había llegado el día de la audiencia por la custodia de Tom, Rebecca estaba ansiosa, se paseaba de un lado a otro, totalmente ansiosa, la rubia no quería para nada la custodia compartida, temía que James pudiera hacerle algún daño a Tom o incluso que no lo cuidara adecuadamente. - Tú sigue moviéndote, que me voy a marear así. - Dijo Edward riendo mientras se acercaba a su novia. - No pasa nada amor, conseguiremos la custodia de Tom, limpiamente y sinceramente, no usaremos mi apellido a no ser que la situación se nos vaya de las manos. - Lo sé amor, y te agradezco mucho que me dejes hacerme cargo de la situación. - Rebeca suspiró y abrazó a su novio. - Pero estoy nerviosa, el amigo de James es juez, no sé hasta dónde llegará esta amistad, y tengo miedo de volver a perder la custodia de Tom, me aterra que James le haga algo malo a mi hijo. - Solo mi presencia los intimidará. - Edward se rio y besó la parte superior de la cabeza de Rebecca. - No pasa nad
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