Arthur estaba nervioso y ansioso cuando entró en el hospital. Necesitaba ver a Rebecca, necesitaba airear sus sentimientos, necesitaba desesperadamente a Rebecca en ese momento. Se sentía como un monstruo, era la primera vez que visitaba al niño desde el incidente, y estaba decidido a apoyar a Rebecca y a Tom en estos momentos difíciles, pero la razón por la que estaba allí era puramente egoísta, no estaba allí para verle a él, estaba allí para ver a su madre. Le tembló la mano al coger el pomo de la puerta, la voz risueña de su hermano y la suave voz de Tom invadieron su oído. Por un momento todo quedó amortiguado, como si allí solo existieran esas voces. Tragó en seco y golpeó un par de veces pidiendo que lo disculparan antes de entrar, las rodillas le fallaron ligeramente, casi haciéndolo caer al suelo. Edward se levantó preocupado al ver a su hermano frente a él. - Arthur. - Se acercó a su hermano, pero este negó con la cabeza. - ¿Qué haces aquí? - He venido a ver a Tom. - E
Leer más