Ares se levantó del suelo, su cuerpo aún temblaba por la adrenalina de la reciente confrontación, pero sus ojos no se podían despegar de la escena que estaba frente a él.Edric Rausing yacía sin vida en el suelo, su sacrificio inesperado dejó a todos atónitos, pero a él lo había dejado sin aliento. Era algo que aún no se podía explicar, porque se suponía que era parte de todo este plan.Amelia estaba arrodillada junto a él, sus manos y su ropa manchadas con la sangre de Rausing, mientras SU HIJO, tenía la cabeza en su estómago, mientras sollozaba sin parar.No sabía cómo sentirse, por primera vez en su vida se sintió demasiado frágil e indefenso, sin una palabra para articular dentro de la escena.Amelia levantó la mirada, sus ojos estaban hinchados por el llanto y Ares solo se arrodilló a su lado, intentando encontrar algo para decir, pero solo negó.—Él nos salvó, Ares. Se interpuso entre nosotros y las balas… No sé por qué lo hizo, pero lo hizo…Ares frunció el ceño sintiendo una m
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