Marcus separó a Bennet, quería calmarlo. —Perdóname, padre, no lo sabía, Margaret e Irina, las dos son culpables de lo que pasó a mi madre, lo siento mucho, si mi madre muere, ¡será mi culpa! —No lo digas, tu madre no morirá, ella despertará, estaremos bien, debemos ser fuertes, quiero que seas fuerte, para ayudar a tus hermanas, por favor. Bennett abrazó a su padre, las lágrimas corrieron por su rostro. Margaret regresó a su horrible casa, estaba asustada, lloraba, su hermana ahora estaba muerta, Bennet la odiaba. —¡No quería esto! Juro que nunca quise esto —exclamó llorando, destrozada—. Perdóname, Bennett, nunca quise mentirte, nunca quise ocultarte la verdad, perdóname, mi amor. Margaret se sintió mareada, cayó al suelo, se quedó sin conciencia. En el hospital. Cuando el doctor salió, informó que Evana sería de nuevo operada, Marcus tenía mucho temor. Dante Swift se acercò a él. —Ella es una mujer muy fuerte, va a salir adelante, no lo dudes, Marcus. Marcus asintió. —
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