FINALMENTE UNIDOS.La tarde se cernía sobre la mansión de la manada Alerón, y con ella, la inevitable ceremonia de apareamiento que cambiaría el destino de Irene. En su habitación, una empleada entregó una caja adornada con un lazo negro. —Es un regalo del alfa — anunció la sirvienta. Irene, con indiferencia, asintió y le indicó que lo dejara sobre la cama.El nerviosismo se filtraba en cada rincón de la habitación, aunque intentaba mostrarse imperturbable, por dentro su pecho estaba a punto de explotar. Finalmente, se convertiría en lo que había soñado y estaría unida al lobo que era dueño de su corazón, sin embargo, las razones no estaban basadas en el amor. Estaba segura de que Leandro le había propuesto este trato, únicamente por la mina, todo aquel que se acercaba lo hacía con la esperanza de poner sus garras en ella.Esta noche sería su unión oficial con Leandro, convirtiéndose en la luna de la manada Alerón. Pero si Leandro creía que metería en una cama con él, estaba muy equ
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