Alejandra, hacía todo para resistirse al toque y la cercanía de su esposo, pero era tan endemoniadamente atractivo y es que a pesar de lo aterrador que le parecía, Deeguel Rodríguez, le gustaba como hombre, su ex novio Ulises, era también muy apuesto, pero el que la habia hecho mujer era su perverso esposo Las caricias del CEO, subieron la temperatura de la ducha, los besos y una lengua experta que se quedó en los rosados pezones de la rubia, se llevaron su cordura y el hombre la tomó ahí mismo Está vez a Alejandra, le dolió menos, y disfrutaba más de las embestidas profundas que su marido le daba, la tenía presa entre su cuerpo y las baldosas, ella tenía sus piernas cruzadas en la cintura del CEO, Deeguel, no dejaba de besarla de tal manera que le dejó marcas en el cuello y en los senos que Ale, vería mas tarde— Ahh... tan apretada, cálida y húmeda, para mí...— Deeguel... me llevas a la locura, ahh, ahh, sigue, no pares, quiero sentirte así dentro de mí — Quien dijo que voy a pa
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