Alejandra y el pequeño Emill, cenaron juntos, esa noche, el CEO se retiró temprano a sus habitaciones, después de jugar un poco con Rodolfo, le leyó un cuento al niño, el parecía estar muy cómodo con su presencia, cuando al fin se quedó dormido fue a su cuarto a descansar, Pero lo único que consiguió fue llorar por su negro futuro.El CEO en su habitación trataba de dormir, pero se sentía algo incómodo, aunque no podía ver, era evidente que esa mujer y su hijo interactuaban, eso no le gustaba para nada, ella no estaba ahí para quedarse, solo era su obligada donante.Apenas amaneció, Alejandra ya estaba despierta, había quedado con Emill que ella lo llevaría a la escuela, aunque tenía que preguntarle primero al hombre que llamaban Jhon.La joven rubia salió a buscar al niño a su habitación, ahí lo encontró vistiéndose, así que se ofreció a ayudarlo.— Gracias mamá, por ayudarme a vestirme, por lo general lo hace mi niñera, pero mi padre la acaba de despedir, escuché rumores de que ella
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