Peter conduce hasta la casa de Melissa, una de las mejores amigas de Rebecca.– ¡Ah! No puedo creer que me hayas traído a ver a Mel. La extraño mucho, pero pensé que este tiempo sería solo para nosotros.– Tranquila, cariño, tendremos mucho tiempo para eso. Si no te trajera aquí, tu amiga me mataría. Vamos a entrar. – Al entrar a la sala, todos los presentes gritan "¡sorpresa!", asustando a Rebecca, quien no se lo esperaba.– ¡Ay, Dios mío, no lo puedo creer! ¡Ustedes son increíbles! – Dice ella con la mano en el pecho, recuperándose del susto, y saluda a cada uno de los presentes. Cuando ve a sus dos primas, solo les ofrece una sonrisa forzada y no se acerca.– Mira a mi hermosa universitaria, cómo te extraño, mi amor. Gradúate pronto, no aguanto estar lejos de ti y cuidar de este aquí. – Dice Melissa, mirando a Peter, quien le devuelve una sonrisa burlona. – Le da mucho trabajo, tiene a muchas mujeres babeando por él. – Ella se ríe a carcajadas y abraza a Rebecca.– ¡No puedo creer
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