Daniel se encontraba en una reunión de negocios con unos importantes empresarios chinos que harían que su empresa se extienda más allá del continente, era una propuesta única que implicaba millones de dólares, que lo harían aún más asquerosamente rico.“Parece que ya no importa no tener a mi familia, las cosas están resultando bien después de todo, no necesito a nadie” Se dijo regocijándose a sus adentros de sus éxitos.-Señor, el contrato- exclamó su secretaria, extendiéndole el papel.-Gracias cariño- exclamó amablemente el CEO, que siempre, delante de personas ajenas a su empresa, trataba bien a sus empleados, como el jefe soñado.-Puedes retirarte y tómate un descanso.- dijo guiñandole el ojo.-Sí señor- respondió la joven, sabiendo que no tomaría ese descanso, porque si no su jefe le gritaría que es una holgazana.Daniel miró el jugoso contrato, leyendo una vez más el monto exorbitante con el cual cerraría contrato con esos hombres.-Aquí tienen, todo lo hablado está detallado aqu
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