Era muy temprano en la mañana, apenas el sol se estaba asomando en el horizonte, cuando Adrian se levantó de la cama que compartía con su amada, necesitaba hacer algo solo, sin Emilia.La joven liberó un quejido de cansancio desde dentro de las sábanas cuando sintió que el colchón se movía.-¿Adrian?- murmuró mientras estiraba su mano hacia el lado vacío donde dormía el ex CEO, tanteó la zona sin encontrar el cuerpo de su amado.Adrian se sentó al lado de la azabache y la besó con cariño en la frente, para luego arroparla hasta el cuello.-Descansa cariño, todavía es muy temprano- susurró por lo bajo.Emilia, sin abrir los ojos, se envolvió alrededor de su amado con sus largos brazos escurridizos.-¿A dónde vas?- dijo con la voz ronca.-Tengo que hacer unos trámites, no te preocupes, tú descansa- Susurró.Adrian la observó en silencio, se veía tan tierna y tan indefensa en esa gran cama, que sintió ganas de que nunca más saliera de allí.-¿Por qué hoy no te tomas el día libre?- dijo e
Emilia se levantó mucho más tarde, confundida y sin saber qué hora era.¿Había sido un sueño el beso de su amado? Aún sentía sus suaves labios en su piel, como un fantasma de lo que quedaba. Miró hacia el lado vacío y frío de la cama supo que no había sido un sueño.comprobó la hora en su teléfono y se encontró con que ya era tarde como para presentarse a la guardería.-Mierda….- murmuró aún cansada.Se había dormido la vida, hacía mucho tiempo que no descansaba tantas horas seguidas.Caminó con flojera y se encontró a su niño ya levantado, cambiado y desayunado.No pudo evitar sonreír ya que sabía que lo había hecho Adrian antes de irse temprano por la mañana-.-Hola mi amor, ¿Te parece si vemos un rato los dibujitos?- exclamó alzándolo y llevándolo hacia el living, donde lo sentó en uno de los sillones y encendió el televisor.Si lo mantenía distraído un rato con aquello iba a poder limpiar la casa tranquila.No es que la casa estuviera hecha un desastre, pero desde hace tiempo qu
-¿Enserio no me recuerdas?-Y-yo…yo… -La voz de la azabache sonaba quebrada, sin saber qué decir, aún la cabeza le estallaba. Realmente se estaba esforzando por recordar, pero le era imposible.Adrian se acercó a ella con paso firme y se arrodilló delante de su amada, inspeccionó su cabello, recordando lo que le había dicho esa mujer. Luego tomó un mechón del largo cabello azabache y lo examinó como si fuera un espécimen extraño.-¿Qué haces?- exclamó la joven con la voz temblorosa, alejando su cabello de las manos del ex CEO.-¿Tu color de cabello es falso?- dijo con dolor en su voz- No me mientas más Emilia, ¿También conocías a Valentina desde antes? ¿Hay algo más que me están ocultando ambas?- exclamó con la voz grave.Emilia negó fuertemente con la cabeza, aún con sus gruesas lágrimas cayendo por su rostro. No podía creer que Adrian creyera que ella estaba complotada de alguna forma con esa mujer malvada.-N-no sé de qué hablas… no sé qué está pasando- sollozó.-¿Ya no me has ment
Adrian salió hecho una furia de la casa, veía todo rojo, cegado por la ira por esa mujer que le había mentido todo este tiempo, no tenía idea de donde estaba Valentina, pero tenía un lugar donde quizás podría encontrarla.En casa de sus padres adoptivos.Nunca se había presentado con quienes habían sido sus suegros, pero recordaba perfectamente en donde estaba ubicada la casa.Tocó la puerta de la casa golpeando varias veces con fuerza. Luego esperó, respirando profundamente, tratando de mantener la calma, no quería asustar a los padres de Valentina, sino, no le darían ninguna información de su hija.Un hombre mayor que imaginó que era el padre de su ex, le abrió la puerta.-¿Si?- exclamó el hombre.-Buenas tardes señor, soy el ex novio de Valentina ¿Se encontraría ella?- exclamó amablemente.El hombre la miró de arriba hacia abajo.-Lo siento, pero no hay ninguna Valentina aquí- exclamó sonando notablemente molesto- ¿Es acaso una broma de mal gusto?-¿Quizás Alicia entonces?- exclamó
Adrian corrió hacia su coche y se abalanzó hacia adelante, liberando desde su boca todo su estómago en el asfalto. Se sentía enfermo y no solo físicamente, sino mentalmente. Su cabeza le daba vueltas y sus piernas temblaban peligrando caer con fuerza contra el asfalto.Adrian simplemente no podía entender qué estaba pasando, si algo había sabido siempre era todo su pasado, por más horrible que fuera recordaba a la perfección todos los sucesos de su juventud.Pero ahora ya no sabía que era real o no, como si le hubiesen hecho una lobotomía y le hubiesen hecho creer algo que no era durante años.Ya no sabía quién era.“Todo este tiempo fue Emilia, la niña quien me hizo feliz en ese orfanato siempre fue ella” Su mente daba vueltas en esa idea una y otra vez.Luego, un recuerdo pesado lo golpeó como si lo noqueara, recordó a su versión joven, de 18 años, desesperado por encontrar entre tanta gente en la ciudad a esa niña ahora adulta, y que, por cosas del destino, o por lo menos así lo ha
Emilia no supo cuánto tiempo estuvo tirada en el suelo sollozando y observando la fotografía arrugada en el suelo.No podía dejar de ver esa imagen vieja, en la que claramente estaba ella junto con un pequeño Adrian.¿Quién había tomado esa foto?¿Se conocían desde antes con Adrian?¿Por qué no podía recordarlo?Se tironeó sus largos cabellos, haciendo doler y arder su cuero cabelludo, quizás de esa forma podría recordar algo, pero nada.Como si su mente estuviera vacía.El rostro de decepción de Adrian le había golpeado duro, realmente quería darle respuestas a ese hombre, pero ella también las quería y nadie se las estaba facilitando.Su pasado siempre había sido una asignatura pendiente en su vida y creyó que jamás la iba a poder recuperar.¿Ahora resultaba que Adrian era parte de ese pasado borroso?Con todo el cuerpo débil por la conmoción se levantó lentamente del suelo, y observó el desastre en el que se había convertido el despacho de su amado.Los papeles estaban esparcidos p
-A mi familia, la quiero de vuelta. – Sentenció el hombre, sosteniendo con firmeza a su hijo.Los ojos celestes de Emilia se movieron rápidamente hacia su hijo, vigilando cada movimiento de su ex esposo.Si Daniel intentaba hacerle algo, ella se tiraría encima de él y no dudaría en arriesgar su propia vida en el camino.-Daniel… no somos objetos que puedes mover de aquí hacia allá a tu encanto- exclamó la azabache tratando de mantener la calma y que su ex esposo entrara en razón- Así no funciona una familia.Daniel sonrió ampliamente.-¿Crees que yo quería llegar a todo esto? ¡Éramos una familia perfecta! Nos amábamos, nos casamos y tuvimos un hijo luego de tanto esfuerzo, pero…-¿Pero?- repitió Emilia con bronca- Vamos dilo… Di que todo esto se fue al carajo cuando no pudiste aceptar a tu niño tal cual es. Porque eres un cobarde.-Esto no tendría que haber pasado- exclamó con desprecio, observando desde arriba a su ex esposa- Ambos sabemos que si el niño salió así, es por tu culpa, e
Emilia intentó sentarse en el asiento trasero del coche de su ex esposo, de esa forma, podría estar junto a su niño, tenerlo cerca de ella y protegerlo con su propio cuerpo.-No, tu vienes adelante conmigo cariño- exclamó Daniel desde atrás suyo, sintiendo la ventisca del aliento del hombre en su nuca, causándole escalofríos en su columna vertebral.-Por lo menos déjame colocar al niño en su silla.- suplicó.El hombre negó con la cabeza.-De eso me encargo yo, tu ve entrando- ordenó.Emilia no quiso seguir discutiendo con ese monstruo y obedeció entrando a duras penas en el coche, mirando desde el espejo de su lado como Daniel metía a su niño dentro del auto.Luego giró su rostro hacia dentro, observando en silencio que su ex esposo colocara con cuidado el cinturón de su niño. Luego de colocarlo Daniel cerró la puerta y caminó hacia su asiento.En ese momento la idea de escaparse le pasó a la azabache por la cabeza.“Podría bajar rápidamente, tomar al niño y salir corriendo”¿Pero a d