Adrian entró de una patada a la casa, la puerta era débil, de madera vieja, así que no tuvo que esforzarse mucho en abrirla, rompiendo sin cuidado la cerradura oxidada.Su suegro quiso evitar que su joven yerno entrara de esa manera a la casa, pero el joven fue más rápido, solo rogaba que esa intrusión no pusiera nervioso al secuestrador al sentirse rodeado.Adrian entró de golpe, seguido por detrás por Valentina y por el hombre.Cada uno miró hacia una dirección diferente, buscando con sus miradas desesperadas algún indicio que la madre y el niño estuvieran allí, pero parecía que no había nadie, todo estaba en silencio.El ex CEO dio un paso hacia adelante, haciendo rechinar un tablón debajo de sus pies.La mirada avellana del joven bajó hacia sus pies, encontrando una mancha de sangre abundante que se movía en dirección hacia una habitación, como si hubiesen arrastrado un cuerpo. Su propia sangre se helo al ver tanta sangre manchando la madera y temió que fuera de su amada, o peor
Leer más