—Abuelo, si alguien te llega a escuchar, van a pensar que estás hablando en serio.—Jamás bromearía con algo así, Barney. Yo daría la vida por cada uno de ustedes sin pensarlo dos veces—repitió—para eso es la familia, muchacho.Tomó asiento con pereza en el sofá y recargó su bastón sobre su rodilla, escrudiñándolo hasta el alma.Barnaby sabía que su abuelo estaba examinando su comportamiento y lenguaje corporal para encontrar incongruencias en sus palabras y mandarlo al carajo, o bien, ayudarle.—Quiero que me hagas una cita con los Every. Aquello fue una sorpresa para el magnate de avanzada edad. Miró a Adele y después a Barnaby.—¿Para qué quieres relacionarte con ellos? Son excelentes socios, pero como seres humanos dejan mucho qué desear, hijo. No quisiera que te ensuciaras también.—Mi amigo Noah tiene problemas con un mafioso, abuelo, y quiero ayudarlo, ya que todo empezó en el casino.—En primer lugar, creo que te dije desde un principio que yo no quería que les abrieras las p
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