Al día siguienteKim, fue llevado a una nueva habitación, para su recuperación. La herida, no había comprometido ninguna vena importante, pero debían ser cuidadosos para que no se le infectara. Por eso, la ayudaban a bañarse y solo podía moverse en una silla de ruedas. Haciendo que su estadía, fuera más deprimente, de lo que ya era. Si antes parecía prisionera, ahora era una prisionera lisiada. A la que, para tomar incluso agua, recibía ayuda. Ya que, desde el altercado, no se atrevían a dejarla sola.Por eso, tuvo que esforzarse en esconder el instrumento, al punto de guardarlo algunas veces en sus pechos y otras veces, bajo la cama. Sabía que había cámaras y que todo lo movían dos veces al día. Así que, esconder la pieza quirúrgica, era todo un reto que debía ganar diariamente hasta que pudiera usarlo. ‘Ya está el arma. Ahora, solo necesito conocer el lugar y eso, no podré hacerlo encerrada. Debo buscar la manera de salir de aquí. Así sea en silla de ruedas, pero que lo hagan.’ dic
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