Las emociones inundan a Kim, la alegría de por fin, haber logrado tener a su bebé, era la emoción más grande que alguna vez, pudo sentir. Y no era la única persona que se sentía así.Augustus Delacroix, el anciano de la familia, miraba desde el umbral de la puerta la escena que por un segundo lo conmovió. ‘Por fin, ha nacido el único primogénito’ dice Augustus mentalmente mientras se acerca a ella.‘Por fin, has podido nacer, para que puedas sentir mi calor y amor, de otra forma, cariño’ susurra mentalmente KimEl bebé, se queja mientras se acomoda en su pecho y ello, le causa satisfacción, verlo, sentirlo, poder olerlo. Saber que ya estaba en sus brazos, era la mejor sensación del mundo y ver que su bebé se movía para sentirla más, la emocionaba doblemente — Debemos llevarlo para limpiarlo y poder revisarlo bien. — dice el doctor y Kim se aferra a su hijo.— No necesitan llevarlo a ninguna parte, pueden hacerlo aquí, donde yo los vea. — dice ella a la defensiva.— No necesitas most
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