30. Capítulo: "La Historia Tergiversada"
El martes azotó mi ventana con los febriles rayos del sol dándome la bienvenida, me moví sobre la cama, estaba sola; no había un pequeño despertándome, apresurando cada movimiento de mi adormilada fisonomía, luego de recordar que anoche se fue con Ismaíl, comprendí el silencio que se tendía. Dejé las sábanas, incorporándome al suelo frío, premurosa me dirigí al baño.Cepillé mis dientes, después tomé una ducha. Tras ponerme una falda lápiz, camisa blanca de mangas infladas y, tacones, decidí maquillarme. Procuré que fuera algo natural. Los excesos de cosméticos no me iban. De camino al trabajo, pensé de pronto en lo que había dejado atrás: Marina, Brenda, incluso Rabab, ¿qué había pasado con ellas? Quería verlas, abrazarlas, ellas, un más que otra, habían marcado mi niñez. La nostalgia se hizo transitoria, cuando encendí la radio y me sumergí en la voz del locutor. El día en Magnani estuvo opaco, Beatriz siquiera se dignó en darme un saludo, que no tuviera intenciones de volver a di
Leer más