Todos los capítulos de La alfa DANNA, reina de los lobos sin humanidad : Capítulo 31 - Capítulo 40
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Capítulo 31
Cuando Eros divisó a Danna acercándose, le tomó la mano con delicadeza y la ayudó a sentarse a su lado. De inmediato empezó a transmitir los sucesos que habían ocurrido recientemente en la frontera.—Mi reina, es necesario que estés al tanto de los acontecimientos recientes. La criatura que enfrentamos supera en gran tamaño a un lobo alfa. Entre los gammas, hay heridos, pero logramos sacar a los ejércitos enemigos. Los aliados de Edon tienen planes de atravesar la frontera desde el sur. Los renegados que penetraron anteriormente en nuestras tierras se han ido, tengo una sensación siniestra que me invade, algo tiene en mente Edon, se aproxima el momento de la gran batalla. Debemos estar listos para movilizarnos hacia la frontera.Danna mantuvo la calma, se mantenía neutra escuchando.—Majestad, un grupo de alfas se dirigirá hacia la frontera del sur. Estableceremos una comunicación continua para mantenerlos al tanto de cualquier novedad que surja.—Mañana se unirán mis guerreros a la
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Capítulo 32
A la mañana siguiente, llegó un grupo de 100 guerreros a la mansión, liderado por el Gamma Ares.Gina se dirigía a la habitación de Eos cuando sus fosas nasales se inundaron con un aroma a limón masculino que para ella era el más exquisito que había olfateado en su vida, un olor que la llamaba. Intrigada, se deslizó por el pasillo y se escondió en un rincón de la segunda planta, se agachó para no ser vista, y comenzó a buscar la procedencia del olor. Fue entonces cuando sus ojos se posaron en un hombre imponente: alto, guapo y de cabello rubio. Lo que ella observaba la dejó embelesada. Sin embargo, al notar que él también la buscaba con la mirada, metió la cabeza rápidamente.—Gina, ¿qué haces tirada en el piso? —expresó Maya, quien vio a Gina vigilando hacia la planta baja.Gina retrocedió despacio. Cuando notó que estaba fuera de peligro, susurró bajito.—Ven conmigo y te cuento. —Ella jaló a Maya de la mano y la condujo al final del pasillo, a una habitación vacía.Ares estaba dese
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Capítulo 33
Danna descendía a pasos firmes por las escaleras junto a Eros, ella, al ver a sus guerreros, esbozó una cálida sonrisa.—Bienvenidos muchachos, ¿cómo estuvo el viaje?—Danna mi querida amiga, el viaje fue tranquilo, no tuvimos contratiempos —soltó Ares con cortesía en la mirada.—Ares, te presento a Eros, él es el alfa de alfas y líder de esta manada.Ares lo escaneo con recelo, porque conocía la historia de Danna con su mate y, hasta donde estaba enterado, no estaban en buenos términos.Eros, al notar cómo el hombre lo miraba, agarró con firmeza pero con cuidado a Danna por la cintura. Su gesto tenía un doble propósito: demostrarle a Ares que él era su mate y mostrar su presencia dominante ante cualquier lobo.—Es un placer tenerlos en nuestra manada, siéntanse como en casa —dijo Eros mientras miraba a uno de sus sirvientes—. Cirio, guía a los hombres para que se aseen y descansen un poco; pronto serán llamados para la comida.Ares vio el gesto de Eros y, sin pena, se acercó animadam
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Capítulo 34
Al anochecer, un grupo de valientes guerreros acompañado por un conjunto de bestias salvajes controladas por Danna se adentraban en la zona fronteriza, descubrieron una escena catastrófica. El ejército que protegía la frontera estaba siendo atacado por una horda de renegados despiadados y una temible Manticola.Sin embargo, su llegada fue oportuna, ya que el ejército de renegados de Edon, al percatarse de su presencia, abandonó momentáneamente su enfrentamiento con los guerreros heridos y se abalanzaron contra los recién llegados. En medio de la confusión y el caos de la batalla, una hermosa loba blanca, con destellos plateados en su pelaje, emergió con gracia y ferocidad, enfrentándose a todos los lobos que se le abalanzaron a ella. A Hedé se le erizó la piel cuando escucharon la voz amenazante de un renegado.—¡Acorrálenla! Para que no llegue a la criatura, ¡La Manticola tiene órdenes de matar al gran lobo negro!Era evidente que la Manticola tenía una misión específica: eliminar al
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Capítulo 35
Danna sentía que el corazón se le quería salir por la boca. La idea de perder a Eros la llenaba de angustia, y además, su hija se encontraba en medio de una batalla de lobos, ella estaba completamente inmovilizada.—Esa es la prin… cesi… ta… ¿Es la princesita? —logró articular Duncan.Danna salió del trance y lo miró. Sus ojos se encontraron brevemente con desasosiegos. Sin embargo, su atención se desvió rápidamente cuando volvió a escuchar la vocecita de su hija. Giró la cabeza hacia dónde provenía el sonido, su corazón latiendo con fuerza en su pecho.—Zeus, apúrate, vamos donde papi, debo ayudar a papi —el gran lobo gris la llevaba con cuidado, esquivando a los renegados.Orión también escuchó a la princesa y corrió a toda velocidad hacia ella. Sus sentidos agudos captaron la amenaza inminente antes de que sus ojos pudieran confirmarlo. Vio a un lobo renegado detrás de Zeus, a punto de saltarle encima. Sin perder ni un segundo, Orión se lanzó hacia adelante.Con una agilidad impres
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Capítulo 36
Con un plan cuidadosamente coordinado, Morgan utilizó su poder de aire para confundir a la aterradora criatura, mientras que las ninfas del bosque entonaban una melodía de aves que tenía un efecto tranquilizador sobre ella. Juntos, lograron someter a la Manticola.Una vez que la criatura estuvo bajo las influencias de las ninfas, la condujeron hacia las profundidades del bosque, devolviéndola al lugar donde originalmente había surgido. Con la ayuda de la bruja blanca, convocaron al poderoso dios Helio. Este antiguo ser divino intervino y, con su inmenso poder, selló la cueva con una fuerza aún mayor, asegurando que nadie más se aventurara a liberar a la criatura maligna en el futuro. De este modo, la Manticola quedó condenada a desaparecer con el paso de los años.Edon frunció el ceño con preocupación al presenciar cómo se llevaban a su querido monstruo. La furia y el desconcierto se reflejaron en sus ojos mientras la Manticola era alejada. Sin embargo, su inquietud se intensificó cua
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Capítulo 37
Eurides, al escuchar los aullidos de victoria y la celebración que realizaban los lobos de su manada por la caída del enemigo, no pudo esperar el regreso de su familia y decidió partir hacia la frontera. Rogó a Gina que lo acompañara. La joven, que no había salido de la manada desde que mataron a su papá cuando ella tenía 18 años, aceptó la propuesta. El camino fue largo, pero finalmente llegaron a su destino.Al amanecer, Maya partió con algunos lobos salvajes y el cuerpo de Zeus hacia la región del norte.Duncan se encontraba confundido, sin comprender lo que le estaba sucediendo. Durante la batalla, experimentó momentos en los que un agradable aroma a flores silvestres lo envolvía, para luego desaparecer misteriosamente. Continuó luchando con la adrenalina del momento, pues su deber primordial era actuar como Gamma y Guerrero. Ahora, que la batalla había acabado y el lugar estaba tranquilo, decidió descifrar el origen de ese inusual aroma, rastreaba el lugar, pero parecía que se ha
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Capítulo 38
En la reunión, todos volvieron a su forma humana, después que los reyes se colocaron sus túnicas, Danna proclamó. —Los alfas que habían sido despojados de sus tierras les serían devueltas. Mañana sus manadas pueden retomar el camino a sus tierras.Los aplausos y agradecimientos resonaron el lugar.—También declaró que la manada Vilkas sería dirigida por mi Beta, Maya Willfón, hasta que la princesa Eos esté lista para asumir como alfa de esa manada. —Danna tomó esta decisión porque la manada se encontraba en medio del bosque de criaturas mágicas, y creía que era el momento adecuado para que su gente de la colonia saliera de su escondite y fuera libre en ese bosque, donde vivió su madre.Minutos antes, Eurides estaba sentada con Eos en las piernas. La niña estaba admirada por las palabras de sus padres, embelesada, no dejaba de aplaudir. Sin embargo, en un instante, Eurides se giró hacia Gina para ver cómo era llevada por Ares. Su rostro se llenó de alarma y se levantó de golpe, cargan
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Capítulo 39
Al amanecer, unas camionetas negras esperaban a la familia real en las afueras del campamento. Todos se prepararon para abandonar ese lugar y regresar a sus hogares. Mientras que en la manada la multitud esperaba ansiosamente a sus monarcas, fueron recibidos con aplausos y bendiciones. Ya en la mansión, Danna acompañó a Eros a su habitación para que pudiera recuperarse por completo. Tenían la responsabilidad de gobernar dos vastas regiones, y eso requería que se desplazaran constantemente de una manada a otra.Un mes después, Ares llegaba con el informe de la región del norte. Los reyes estaban pasando una temporada en la manada azul porque Eros no se sentía bien.—Eros, mi vida, no puedes continuar así. El médico viene en camino a revisarte —le susurró Danna preocupada, mientras le pasaba la mano derecha por la espalda.Eros tenía la cabeza clavada en el inodoro, llevaba días con el estómago revuelto y todo lo que comía lo mandaba al baño.—Mi reina, no te preocupes por mí, —respondi
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Capítulo 40
Gina, abrumada por una intensa sensación de vergüenza, hizo un esfuerzo sobrehumano por apartar la mirada de esa loba, cuyo cuerpo estaba completamente desnudo. Sus pies parecían enraizados en el suelo y no sabía qué hacer. —¿Por qué me haces esto después de invitarme a tu habitación? Luego me tratas mal, Gamma Ares, no merezco que me trates así, no es de caballeros—balbuceó Helena mientras se colocaba la vestimenta. Ares solo fijó sus ojos en la pequeña joven que estaba en la pared del frente de su habitación, No entendía por qué ella estaba allí, pero notó que su mirada se movía de arriba abajo en un gesto inquieto. Frunció las cejas, y tras un profundo suspiro, expresó a Helena su desconcierto en voz alta. —¡Helena! ¿Quién te dijo a ti que soy caballero? Te has fijado que comandó a un grupo de guerreros, mejor márchate no quiero seguir perdiendo mi tiempo contigo. Helena lo fulminó con una mirada cargada de rabia y camino por el pasillo esparciendo chispas de enojo. Ares se rec
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