Roger regresó cargado de felicidad y junto a su esposa.Si las conversaciones importantes se iban a dar de esa forma, estaba más que dispuesto a pasarse la vida discutiendo con Elizabeth y conversando después.Se sentía afortunado, parecía que aquello solo fue el primer paso para que su matrimonio se arreglara.Cuando llegaron a su casa se encontraron con la triste noticia de que los Turner tenían que regresar a New York, Alexander necesitaba revisar algunos proyectos y no podía hacerlo en la distancia.A Roger, que su amigo se marchara y no saber cuándo volvería a verlo, le causaba una tristeza que intentaba disimular.Él sabía que, para su mala suerte, sus caminos se distanciaron, aunque extrañaba demasiado su vida en New York.Su esposa no pudo disimular la tristeza de la misma forma que él, al parecer se había encariñado demasiado con Diana y no quería dejarla ir con tanta facilidad.—¿Hicimos algo mal? Se han sentido incómodos con nosotros, por favor, no se vayan tan pronto —rogó
Leer más