Las preguntas no dejaban de circular en su mente, era mínima, pero la posibilidad estaba latente. La posibilidad de que este hombre, que la estaba besaba con tanta entrega, sintiese algo por ella.¿Se trataría de un simple encaprichamiento o tendría espacio la palabra "amor"?Eloísa no podía dejar de pensar en las razones ocultas, a medida que los labios masculinos reclamaban más de sí misma. Era pura necesidad lo que percibía, una necesidad que iba arrastrándola poco a poco, pero no, no caería, no le entregaría su corazón, aunque pretendiese reclamarlo de esa forma. «Úsalo a tu favor», volvió a susurrar aquella vocecita. Una vocecita que en esta oportunidad tenía razón, ya no se trataba solamente de ella, ahora había dos criaturas que debía proteger a toda costa. Luego de varios minutos, la joven miró aturdida como el hombre finalmente se separa de sus labios, al parecer por fin se había saciado, o eso fue lo que pensó, pero aparentemente se había equivocado. Tan pronto como aquel
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