Así mientras gemía, gritaba y suplicaba, sus manos torturaban también el enhiesto miembro masculino que parecía apunto de reventar, las venas se marcaban en toda su extensión, provocando que el hombre se arqueara de placer también aunque se contenía para proporcionar placer al cuerpo femenino, le importaba más ella que él mismo, quería hacerla gozar, disfrutar al máximo, pero todo tenía un límite, sentía que se hundía en el placer, pero no quería acabar en las manos de ella, por ahora al menos, tenía unos planes más divinos para entregarse por completo al placer.Ella se recostó de nuevo y con el brazo extendido le hizo un gesto de que se acercara moviendo su dedo índice con coquetería y la mirada llena de deseo. Steve no se hizo rogar mucho, después de terminar de deshacerse de su pantalón, medias y zapatos se fue acercando como un tigre a su presa, con la seductora sonrisa marcada en sus labios y la mirada de deseo que clavó en los ojos femeninos.Se acercó hasta que estuvo por comp
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